POLÉMICA SOBRE LA RESTAURACIÓN DE UNA TALLA
DEL CONVENTO DE LA PIEDAD EN CÁDIZ

05/09/2011


 

 

A través de varios internautas y por distintas vías de contacto, nos ha llegado estos últimos días una carta petitoria en la que se traslada a Yolanda Peinado García, delegada de Cultura de la Junta de Andalucía en la provincia de Cádiz, la "inquietud" de los firmantes ante la próxima restauración de una talla gaditana por el escultor e imaginero isleño Alfonso Berraquero. Dicho escrito reza lo siguiente:

 

"Soy una persona interesada y preocupada por el patrimonio artístico de nuestra provincia, es por ello que me pongo en contacto con usted para transmitirle mi inquietud por la noticia aparecida en diferentes medios de comunicación, tanto en prensa digital como tradicional, relativa a la decisión de la Orden de la Inmaculada Concepción del Convento de Nuestra Señora de la Piedad, propietaria de la Imagen de un Cristo Cautivo, conocido como el "Prendimiento de las Descalzas", de encargar al escultor Alfonso Berraquero García la restauración de la citada efigie.

En una nota de prensa remitida a los medios se especifica que está esperando ser trasladada al taller del citado escultor "para ser sometida a una intervención y sustituir el cuerpo por otro de otros materiales y mayores dimensiones", indica la comunidad en una nota de prensa, en la que se indica además que "es tanto el interés que ha despertado entre la gente, que se ha solicitado a la Delegación de Cultura su inclusión en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz".

Es por ello que considero prioritaria la inclusión de la escultura del "Prendimiento de las Descalzas" en el Catálogo General con carácter previo a cualquier tipo de intervención, y que sólo con posterioridad se valore la necesidad de proceder a restaurar la imagen.

En cualquier caso, y de ser necesarias las mencionadas labores de conservación, dicho encargo debería hacerse a profesionales de prestigio, titulados y especializados en Restauración, así como con una trayectoria reconocida y pacífica en dicho campo específico, coherentemente con la calidad artística de la obra; sólo de este modo se evitarán intervenciones que alteren o modifiquen irreversiblemente la imagen, como se ha publicado que se pretende hacer al sustituir el cuerpo original por otro de materiales y dimensiones diferentes, así como se ha hecho en "restauraciones" precedentes que no han respetado la obra original, conllevando pérdidas irreparables en el patrimonio artístico de nuestra provincia."

 

La talla, propiedad de las Monjas Concepcionistas de Cádiz, se cataloga como pieza anónima de finales del siglo XVII. Últimamente se especula sobre un posible origen genovés de la misma. El anuncio de su intervención por parte de Alfonso Berraquero ha causado gran disconformidad entre un sector de los habitantes de la ciudad andaluza, como pueden comprobar a través del texto que les hemos transcrito literalmente.

 

 

La Hornacina se ha puesto en contacto hoy mismo con dicho artista para conocer su versión de los hechos. Alfonso Berraquero nos ha desmentido categóricamente que haya tallado un nuevo cuerpo para la efigie. Incluso invita a cualquier interesado a visitar su taller para comprobar que no hay nada hecho al respecto. Según Berraquero, el Cristo "solo posee una estructura interna de madera de pino (el resto está labrado en madera de cedro) hecha a base de maderas clavadas con puntillas enormes, todo ello armado con gran tosquedad y carente totalmente de cualquier atisbo anatómico".

Así mismo, Berraquero nos comenta que el Cristo, antaño titular de una hermandad de penitencia, ha sufrido dos burdas restauraciones, seguramente por las propias religiosas del cenobio; ambas han estado dirigidas a reparar los cinco dedos fracturados de la mano derecha y la parte delantera del pie derecho.

En opinión de Alfonso Berraquero, el malestar de la comunidad religiosa (con la que mantiene estrechos vínculos profesionales y personales desde hace más de treinta años) ante todo este asunto "es lógico, pues han sido increpadas acerca de la titularidad del Cristo y han llegado a recibir anónimos". "No van a prestarlo más para procesionar; de hecho, la que es actualmente abadesa no mostró su visto bueno de cara a la reciente procesión extraordinaria de la imagen con motivo del Via Crucis Diocesano organizado con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud", explica el artista.

Berraquero, autor, entre otras obras, de la imagen de Santa Beatriz de Silva que recibe culto en el Convento de la Piedad donde se venera el Cristo de la discordia, manifiesta que al hablar de su trayectoria "no hablamos de la de ningún pardillo, pues en mi curriculum figura la Licenciatura en Bellas Artes, la condición de profesor de modelado en la Escuela de Arte y la realización de varios cursos de restauración y conservación".

Por último, Alfonso Berraquero afirma que "todo este follón ha sido organizado por un compañero de profesión que quería restaurar al Cristo del Prendimiento y recibió la negativa de las monjas, las cuales desde un primer momento tuvieron claro que sería yo quien lo restaurase. Una restauración que de momento queda paralizada hasta que las aguas vuelvan a su cauce". De momento, Berraquero no quiere hacer público el nombre de su colega (tampoco a este medio le ha revelado su identidad), aunque promete hacerlo en un futuro para que todo el mundo conozca bien al que considera artífice "de un embrollo que ha degenerado en falacia y mezquindad".

 

Fotografías de Manuel Jiménez Pereira para www.islapasion.net

 

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