DERRUMBE EN EL TEMPLO DE VILLANUEVA DE LOS MONTES (BURGOS)

18/02/2020


 

 

La noche del jueves 13 al viernes 14 de febrero, parte del techo de la Iglesia de San Román Mártir, en la villa burgalesa de Villanueva de los Montes, sufrió el derrumbe parcial de su cubierta. Según detalla el párroco de la localidad, Bonifacio Cuesta, el inmueble, cerrado al culto desde hace muchos años, presentaba un mal estado de conservación, tal como él mismo pudo comprobar la víspera del día del derrumbe.

Cuesta detalla que ese día estuvo con una familia que vive en Villanueva de los Montes, hablando con ellos de las distintas necesidades de la localidad. Son personas que quieren mucho al pueblo, tanto que, ellos mismos y otros vecinos, se han encargado de conservar en otras instalaciones las importantes obras de arte que se sacaron de la Iglesia de San Román Mártir hace más de tres décadas, cuando dejó en ella de celebrarse culto. Pinturas y una valiosa cruz de plata se conservan en Burgos, mientras que los vasos sagrados se custodian en la vecina parroquia de Oña para su salvaguarda, tal como detalla el propio Bonifacio Cuesta, también párroco de la villa oniense. El único bien mueble que se conservaba de valor en el interior de San Román era la pila bautismal, que al parecer no ha resultado dañada a consecuencia del derrumbe.

La caída de la cubierta del templo de Villanueva de los Montes, una localidad que no llega a los 10 habitantes censados, es un reflejo de la "España Vaciada" donde, a pesar de no celebrarse culto, los sacerdotes se afanan por seguir acompañando a las personas que aún habitan en estos pueblos.

En muchas ocasiones, también se han llevado a cabo intervenciones de mantenimiento, como las realizadas en los últimos años en la zona de la Bureba, tal como detalla el propio Cuesta. Además, subraya que los sacerdotes que han pastoreado los pueblos que él atiende desde el pasado septiembre se han afanado por consolidar algunos inmuebles que requerían intervención. Destaca cómo en Aldea del Portillo, los vecinos y la propia parroquia se esforzaron en rehabilitar su iglesia (la aportación de la última sumó 2.000 euros). En Penches se reparó recientemente el pórtico de la iglesia con una inversión por parte de la parroquia de 3.000 euros, a las que habría que sumar aportación municipal. También subraya cómo en Zangández, por ejemplo, ha sido el esfuerzo y trabajo directo de los propios vecinos los que salvaron el templo parroquial, sin olvidar otras intervenciones en pueblos de la zona, como La Molina del Portillo, Cubilla, Cereceda o Castellanos de Bureba.

En todos esos municipios de la provincia de Burgos, destaca el párroco, es la gente la que ayuda mucho manteniendo sus iglesias en buenas condiciones, aportando su dinero y esfuerzos. Además, subraya cómo en algunos casos han sido los mismos sacerdotes los que han puesto dinero de su propio bolsillo para arreglar desperfectos y cómo las parroquias y el propio Arzobispado de Burgos están aportando dinero y ayuda a las comunidades parroquiales de numerosos pequeños pueblos.

El templo de San Román posee una sola nave rectangular. Sus inicios se remontan al periodo románico, aunque posteriormente se llevaron a cabo notables modificaciones. La espadaña que contiene el campanario, por ejemplo, es del siglo XVIII. El pórtico y la sacristía están adosados al muro de la derecha y en la nave hay dos partes que están apoyadas por contrafuertes exteriores de estructura románica. Hay además una ventana con dos arquivoltas con capiteles y columnas del siglo XII. Destacan también los canecillos labrados bajo el alero.

 

 
 
El templo antes del derrumbe

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