QUEJA AL DEFENSOR DEL PUEBLO ANDALUZ POR LAS MURALLAS DE ALMERÍA

Con información de www.amigosdelaalcazaba.org (24/09/2018)


 

 

La asociación "Amigos de la Alcazaba" ha elevado una queja a la Oficina del Defensor del Pueblo andaluz por el lamentable estado en el que se encuentran las murallas y torres milenarias de la capital almeriense después de no haber obtenido respuesta por parte de la Junta de Andalucía a los escritos en los que comunican la ruina inminente de las murallas de San Cristóbal.

En la queja, el colectivo conservacionista remarca que las murallas de San Cristóbal están catalogadas como parte del conjunto monumental de La Alcazaba y que, en 15 años, no se ha adoptado ninguna medida adicional para poder garantizar su lamentable estado de conservación.

La asociación "Amigos de la Alcazaba" recuerda, además, que, según la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, la Junta de Andalucía es la administración competente para garantizar su debida conservación, de ahí que haya pedido amparo al Defensor del Pueblo Andaluz; instándole a que requiera a la Junta para que adopte medidas urgentes, entre las cuales cita un plan de limpieza y saneamiento urgente de las principales zonas dañadas por las pintadas y otros daños producidos en la capa exterior de las murallas.

La asociación urge al Defensor del Pueblo Andaluz una partida presupuestaria en el próximo año 2019 para iniciar los trabajos de rehabilitación. Asimismo, pide que inste al Ayuntamiento de Almería a realizar labores de limpieza del entorno que se encuentra en deplorable estado de conservación.

Por último, pide que se establezcan paneles informativos en el entorno para que los visitantes puedan conocer los valores históricos de las murallas, ya que no hay indicación sobre sus valores históricos. En los escritos elevados a la Consejería de Cultura, la asociación interpelaba sobre si existen planes en este sentido y si había cursado queja al consistorio por el estado del entorno de estos bienes.

 

 

El pasado 21 de abril, la asociación "Amigos de la Alcazaba" emitió un manifiesto por la defensa de las murallas y los sistemas fortificados de Almería, calificándolos de uno de los legados patrimoniales más valorados de la zona. Durante la mayor parte de la Historia, la seguridad, la vida y la prosperidad de las personas y sus ciudades dependían de la protección de estas construcciones monumentales.

Almería y sus murallas nacieron a la vez en el 955 y durante mil años compartieron épocas de esplendor, olvidos y asedios terribles, como los de 1147 y 1309. Aunque en 1489 se entregaron a los Reyes Católicos, la imagen amurallada de Almería perduraría muchos siglos más, con reformas y adaptaciones a las necesidades militares de los nuevos tiempos. Cuando el nacimiento de la ciudad burguesa exigió en 1855 el derribo de las murallas, los almerienses se afanaron en la tarea con entusiasmo. Casi milagrosamente se salvaron la Alcazaba y un importante lienzo de aquellas murallas medievales: las que salen de la parte norte de la Alcazaba y salvan el barranco de la Hoya, y las que coronan el cerro de San Cristóbal y se asoman hasta la calle Antonio Vico, además de los testimonios de muros y torres de San Cristóbal y de La Chanca y de aquellos lienzos de muralla que se salvaron de la destrucción de 1855 y tras permanecer enterrados, la arqueología urbana ha rescatado.

Las murallas almerienses están protegidas por Ley desde hace casi 70 años, siendo las del Cerro de San Cristóbal Monumento Nacional desde 1931. Olvidadas, maltratadas, cubiertas de vegetación, llenas de pintadas  y frecuentemente convertidas en un basurero, el estado de las murallas y torreones medievales de San Cristóbal y La Chanca es un clamor desde hace muchos años.

En 40 años de democracia ni el Ayuntamiento de Almería ni la Junta de Andalucía apenas han vuelto su mirada a las murallas, con la excepción de la restauración de la milenaria muralla de la Hoya que culminó con esa lamentable imagen de las dos torres heridas de acero corten; una imagen pseudomoderna de la muralla milenaria que rechina tanto que desde entonces es irreproducible en los carteles turísticos de la ciudad.

Por último, la asociación expuso la necesidad de las siguientes medidas: restauración de las murallas, prioridad absoluta a este patrimonio fortificado y su entorno por encima de cualquier solución arquitectónica, reversibilidad de las torres de acero corten en el Barranco de la Hoya, dignificar los restos fortificados del Barrio de La Chanca, marginados como el propio barrio y su patrimonio, y visualizar y hacer visitables los restos de murallas rescatados por la arqueología y  aquellos  que están integrados en construcciones modernas.

 

 

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