LA VENUS DE BAVIERA

26/06/2012


 

 

La escultura La Venus de Baviera, de Honorio García Condoy (Zaragoza, 1900 - Madrid, 1953), de casi dos metros y realizada en escayola con patina de bronce, se puede ver desde hoy en el Museo de Zaragoza, junto al resto de obras del artista zaragozano, gracias a la donación de un particular.

Esta efigie se incorpora así al patrimonio público de los aragoneses y completa de manera extraordinaria una colección formada por una veintena de obras, todas ellas donadas, que el Museo de Zaragoza posee de García Condoy. La pieza pertenece a una etapa creativa muy interesante del artista zaragozano, cuando abandonó el academicismo y clasicismo de su primera época y pasó a incorporar nuevas maneras de expresión, que ya había comenzado con figuras de pequeño formato.

La escultura fue realizada para la Cervecería Baviera, abierta en el año 1932 en el popular paseo zaragozano de la Independencia, donde permaneció durante unos treinta años en un rincón a la entrada del local hasta su traspaso a la Familia Maza, que la colocó en alto en un extremo de la barra, lugar en el que estuvo hasta el cierre del establecimiento.

El director del Museo de Zaragoza, Miguel Beltrán, destaca sus similitudes con La Venus del Ebro, también de García Condoy (1927), tanto por sus dimensiones como por la colocación del cuerpo, y de la que no se sabe su paradero desde 1928-1929, pero la de Baviera incorpora un nuevo lenguaje gestual.

Aunque la escultura ha participado en varias exposiciones sobre García Condoy, es ahora cuando gracias al altruismo y generosidad de su último propietario, Joaquín Maza, La Venus de Baviera podrá ser contemplada, de manera permanente, en la galería del Museo de Zaragoza. Para Manuel García Guatas, catedrático de Historia del Arte, es una satisfacción para los profesionales y para el público, que podrá contemplar una obra de que ha estado muchos años en manos privadas y que el artista debió de modelar en escayola con patina de bronce entre los 1931 y 1932.

Hablamos de una "figura de la danza", muy en boga en aquella época, con rostro cubistoide y negroide, ojos rasgados, un brazo en alto y otro cruzado y ropaje caído, en la que García Guatas, estudioso de la obra de García Condoy, ha destacado su modernidad y sus dimensiones (188 x 44 x 39 cm).

Para el director general de Patrimonio Cultural, Javier Callizo, es un ejemplo muy interesante de lo que fue García Condoy y de las fuentes que bebió porque la escultura hace un guiño al cubismo y al Art Decó de la época. García Condoy ha sido, junto a Pablo Serrano y Pablo Gargallo, uno de los maestros contemporáneos aragoneses, aunque Callizo reconoce que su figura a veces ha estado en segundo plano.

 

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