El Museo de Valladolid acoge una exposición que bajo el título El Estandarte de San Mauricio del Museo de Valladolid: Reliquias de Flandes en la Corte de España. 1604 pretende dar a conocer una de las obras más sorprendentes que conserva en sus almacenes. Se trata de un raro estandarte procesional de inicios del siglo XVII con la representación de San Mauricio y de San Víctor y San Urso, otros dos mártires de la Legión Tebana.

Dicho estandarte ha sido restaurado para la ocasión por el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León. Aprovechando la ocasión, Lourdes Amigo ha realizado una concienzuda investigación sobre las circunstancias que dieron lugar al encargo y utilización del estandarte.

En el año 1604 llegó a Valladolid una mujer piadosa llamada Beatriz de Zamudio, cuyo nombre eclesiástico (aunque no tomó los hábitos) era Magdalena de San Jerónimo. Venía de Flandes y traía consigo numerosas reliquias, entre ellas los cuerpos de dos mártires de Legión Tebana, uno de los cuales entregó a la Casa Pía de la Aprobación y otro lo donó a la ciudad de Valladolid.

El Ayuntamiento vallisoletano organizó grandes festejos, y la reliquia del santo tebano se trasladó a la Catedral en una solemne procesión que guió este Estandarte de San Mauricio, santo que según la leyenda fue el jefe de aquella famosa legión del ejército romano. El acontecimiento tuvo por escenario a la ciudad en su época de mayor esplendor, cuando al despertar el siglo XVII Valladolid era capital de la Corte de España.

Los reyes Felipe III y Margarita de Austria, el duque de Lerma, el Ayuntamiento en pleno, el Obispo, los príncipes de Saboya y otras destacadas personalidades de la época contemplaron o tomaron parte en aquella procesión y sus blasones están en este estandarte que el Museo de Valladolid ha recuperado para la historia.