La pieza del mes de septiembre del Museo Arqueológico de Llíria (MALL) está dedicada al Arcángel San Miguel, patrón de la Villa de Llíria (Valencia) y patrono y protector de la Iglesia Universal, dentro de la iniciativa puesta en marcha para dar a conocer el patrimonio local a los ciudadanos.

Las actividades, que se realizarán mañana -entre las 10:30 y las 21:00 horas- en el Museo, dentro de una jornada de puertas abiertas al público, estarán centradas en la escultura del Arcángel San Miguel situada en el ático de la fachada-retablo de la Iglesia Parroquial de la Asunción de Lliria, obra barroca del escultor valenciano Raimundo Capuz Calvet, realizada entre los años 1700 y 1704.

A las 19:15 horas tendrá lugar la conferencia La Escultura de San Miguel de la Asunción de Llíria y la Obra Barroca de Raimundo Capuz, a cargo de Vicent Escrivà. Con motivo de las fiestas patronales en honor al patrón de la localidad, el MALL ha querido realizar una charla-coloquio en torno a esta pieza.

Raimundo Capuz (Valencia, 1665-1743), segundo hijo de Julio Capuz -escultor genovés y hermano de Leonardo Julio Capuz-, fue el encargado de realizar la magnífica decoración escultórica de la parroquial de Llíria. Nacido en tiempos de Carlos II, conoció de cerca el conflicto por la sucesión del último rey de la Casa de Austria, entre Felipe de Anjou, coronado rey como Felipe V a finales de 1700, y el archiduque Carlos de Austria.

Al parecer partidario de Felipe V, Raimundo Capuz fue nombrado maestro del Príncipe de Asturias y cuando este subió al trono como Luis I, lo nombró Escultor de Cámara. Muerto el rey, volvió a Valencia con la intención de encerrarse en el monasterio valenciano de San Miguel de los Reyes, pero su familia no se lo permitió. Precisamente en dicho monasterio jerónimo se encuentra su otro San Miguel, de características próximas al de Llíria; ambos se hallan representando venciendo a Lucifer, como el ángel caído, en una época en la que el Arcángel fue considerado el defensor de la Iglesia contra la herejía protestante.

La fachada-retablo es una de las piezas más destacadas del templo de Llíria, estando la puerta enmarcada por un relieve alegórico de la Eucaristía. Consta de tres cuerpos: el primero, con columnas dóricas y esculturas de San Pedro, San Pablo, San Sebastián y Santa Bárbara; el segundo, con columnas corintias y nicho central con la Asunción, y San Vicente Ferrer y San Vicente Mártir a sus lados; por último, en el tercer cuerpo, de orden compuesto con columnas salomónicas, se levanta la escultura de San Miguel y un relieve con el Ave Fénix.