XXV ANIVERSARIO DEL INCENDIO QUE DESTRUYÓ LA
PRIMITIVA
VIRGEN DE LOS DOLORES DE SAN JUAN DEL PUERTO (HUELVA)
Con información de Juan Bautista Cartes Pérez (15/07/2007)
La
Semana Santa del año 1982 pasó de manera especial a los anales cofrades
sanjuaneros por el suceso que consternó a la localidad en la madrugada del
Sábado Santo, 10 de abril, al incendiarse de forma fotuita la imagen y paso
procesional de Nuestra Señora de los Dolores, así como parte del templo
parroquial de San Juan Bautista.
Finalizada la estación penitencial del Santo Entierro, cuando los costaleros del paso de palio habían salido debajo de las trabajaderas, cuando la Dolorosa se encontraba sola, apagada la cera, alejados los sonidos musicales, tranquila de plegarias y por causa que aún hoy día se desconocen, lo cierto es que la Virgen de los Dolores de San Juan del Puerto, doscientos años después de su hechura, se hizo pasto, convirtiéndose en una deforme masa de madera carbonizada.
A
la destrucción de la imagen hay que agregar la de sus modestos enseres
procesionales: palio, manto, corona, corazón con los siete puñales y el techo
de la nave de la sombra del templo, edificio que, aparte de los destrozos,
quedó totalmente ahumado, siendo necesario que el cuerpo de bomberos de Huelva
actuase y extinguiera los restos del fuego que se fue irradiando por el templo,
en el que también se encontraban el paso del Santo Entierro y el colosal
monumento de la parroquia.
Se realizó la retirada de restos carbonizados, desescombro de techumbre, limpieza del edificio, imágenes y enseres, restableciéndose la vida parroquial para la Vigilia Pascual, quedando para días siguientes la limpieza general, reparación de daños, etcétera. Un cuadro de la Virgen de los Dolores ocupó el retablo, mientras que una comisión pro-nueva imagen, dentro de la misma hermandad, intentó recabar fondos para la hechura de una nueva talla, que fue encargada al imaginero sevillano Juan Abascal Fuentes siguiendo las líneas de la anterior. Recientemente, la actual Dolorosa ha sido repolicromada por David Valenciano Larios.
Como hemos apuntado anteriormente, la ejecución de la primitiva Virgen de los Dolores tuvo que realizarse en torno al año 1782. Afortunadamente, se guardan sus restos carbonizados, que comprenden la cabeza, el busto y parte de los brazos, conservándose también las facciones impresas en la mascarilla. Dichos restos podrían ser objeto de una adecuada restauración, teniendo en cuenta los adelantos que existen hoy en día a la hora de recuperar imágenes gravemente dañadas por el fuego.
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