III CONGRESO NACIONAL DE ADVOCACIONES DE JESÚS NAZARENO (I)
CARTAGENA

Con información de Juan Ayala Saura y José Guillot Carratalá (24/01/2007)


 

 

La ciudad de Cartagena acogerá los días 2, 3 y 4 de febrero el III Congreso Nacional de Advocaciones de Nuestro Padre Jesús Nazareno, organizado por la agrupación marraja del mismo nombre. El evento reunirá a 250 representantes de Hermandades, Cofradías, Archicofradías y agrupaciones de Jesús Nazareno de España donde se procesiona en Semana Santa una imagen de Jesús con una cruz sobre sus hombros.

En cuanto a exposiciones, el 30 de enero se inaugurará en el Ramón Alonso Luzzy la muestra sobre bordados y ornamentos de la Cofradía Marraja, y el miércoles 31, otra similar de la agrupación de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la Capilla de la Cofradía de Santo Domingo. Por último el 2 de febrero, se inaugurará una muestra sobre Los Nazarenos de la Región de Murcia en la Asamblea Regional.

A raíz del evento, vamos a realizar cinco especiales dentro de esta sección del portal sobre cinco simulacros de Jesús Nazareno en nuestro país que nos han merecido un especial interés. Y nada mejor para comenzar que la imagen que procesiona la agrupación de Cartagena que ha organizado el evento, popularmente conocida como Los Marrajos, obra realizada en el año 1945 por el escultor valenciano José Capuz Mamano.

Como suele ser habitual en las cofradías de Cartagena, debido a los distintos avatares sufridos a lo largo del tiempo, el actual titular de la corporación marraja ha conocido varios precedentes procesionales. En primer lugar, tenemos una imagen considerada de la época fundacional de la agrupación, provista de peluca de pelo natural y no desprovista su expresiva mascarilla de interés artístico pese a lo afirmado por varios estudiosos de la ciudad, cuyas salidas procesionales fueron intermitentes desde que en 1931 hiciera por primera vez estación de penitencia una talla realizada también por Capuz. Ambas fueron destruidas en los disturbios de la Guerra Civil. En 1939, el escultor José Alfonso Rigal realiza una nueva talla con la curiosidad de portar el madero sobre el hombro derecho, la cual fue sustituida por la actual de Capuz en 1945.

La imagen del Nazareno de Cartagena asume las palabras del historiador Guillot Carratalá (1953): "tienen todas las tallas religiosas de Capuz, la expresividad mística de la verdadera santidad, la que deben tener todas las imágenes dedicadas al culto ortodoxo orientadas por la buena imaginería castellana de los tiempos de Gregorio Fernández, Alonso Berruguete o Juan de Juni". Santidad que se demuestra en la humildad y resignación que emana del rostro de la efigie cartagenera, en señal de aceptación del fatal destino que voluntariamente ha aceptado. Al conmovedor dramatismo de la composición contribuía la soga que la imagen llevaba tallada en el cuello; sin embargo, al no ser del agrado de los cofrades, tuvo que suprimirla en 1946.

Por su parte Ayala Saura, autor de un magnífico estudio sobre el artista en la revista Escuela de Imaginería, califica la obra escultórica de Capuz como "una obra que se caracteriza por no entrar en detalles, fijando de manera directa en sus tallas, el juego de planos, líneas y volúmenes (...) el talento y el arte que atesoraba fueron suficientes para afrontar esta difícil faceta de la escultura en el primer tercio del siglo XX, combinando el estilo moderno con las líneas clásicas en unos momentos delicados de transición escultórica".

Capuz manifiesta el academicismo de la escultura renacentista italiana de los siglos XV y XVI, con las figuras de Miguel Ángel y Donatello como referencia, muy estudiadas por Capuz durante su aprendizaje. Destacan sobremanera las manos; según Ayala Saura, "son de formas alargadas y huesudas, encallecidas, dejando la huella del hombre semita, torturadas por el duro trabajo y por las heridas sufridas durante la Pasión".

 

 

Fotografías de Moisés Ruiz y Archivo de la Cofradía de los Majarros

 

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