LA TRADICIÓN DE LOS REYES MAGOS

Luz María del Amo Horga (02/01/2012)


 

 
 

La Adoración de los Magos

Hendrick Jansz ter Brugghen
1619
Óleo sobre lienzo
134 x 160 cm
Rijksmuseum de Ámsterdam

 

Los Magos eran astrólogos o astrónomos, probablemente de origen Persa (la palabra "mago" proviene de esa cultura). Se convirtieron en protectores de viajeros y peregrinos ya que viajaron incansablemente hasta que encontraron al Mesías. Esa es la razón de que en la Edad Media existiesen posadas llamadas de "la Estrella" o del "Moro". Cuando la tradición los convirtió en Reyes Magos pasaron a ser patrones de los fabricantes de naipes, por los reyes de la baraja.

La tradición afirma que los Magos regresaron a Oriente por mar y que murieron en Saba. En el siglo XI, se tiene noticia de la existencia de sus reliquias. En el siglo XIII, se trasladaron a la catedral de Colonia que se dedicó a los "Tres santos reyes". Tertuliano, escritor del siglo II- III, convirtió a los magos en reyes basándose en los Salmos ("Los reyes de Tarsis y las islas traerán tributo. Los reyes de Saba y de Seba pagarán impuestos; todos los reyes se postrarán ante él, le servirán todas las naciones" Sal 72, 10-11) y en Isaías (60, 3): "Las naciones caminarán hacia tu luz y los reyes hacia la claridad de tu amanecer". Este cambio se consolidó en el siglo VI, con los escritos de Cesáreo de Arlés.

Al principio no estaba fijado que el número de magos fuera tres. A partir de Orígenes (185-224) y atendiendo al número de dones (oro, incienso y mirra) se consideró que tuvieron que ser tres y no más. Debido a ese número, se relacionan con la Trinidad, las tres partes del mundo conocido entonces (Europa, Asia y África) y las tres edades del hombre (vejez, madurez y juventud). Una última significación menos extendida es que representarían a los descendientes de los hijos de Noé (Sem, Cam y Jafet) y por tanto a toda la raza humana.

En el siglo VI aparecen sus nombres en el Evangelio armenio de la infancia ("Y los reyes de los magos eran tres hermanos, Melkon, que reinaba sobre los persas, Baltasar, que reinaba sobre los indios, y Gaspar, que tenía en posesión el país de los árabes"). En el siglo VIII, Beda el Venerable, afirmaba que Baltasar era de tez morena.

En el siglo IX aparecen otra vez sus nombres en el Liber Pontificalis de Rávena. Hay cierta confusión en la asignación de los nombres y en la caracterización consiguiente. En España Melchor representa a Europa, Gaspar a Asia y Baltasar, que es el de piel oscura, a África. En otros países Baltasar simboliza a Europa, Melchor con turbante a Asia y Gaspar, que representan como el rey "negro", simboliza a África. En las tradiciones más antiguas, Melchor es rey de Persia, Baltasar de la India y Gaspar de Arabia.

El séquito de los reyes, vestido lujosamente, se ocupa de los camellos. Este esplendoroso séquito se relaciona con el ceremonial diplomático de la antigüedad que prescribía el homenaje de los poderosos a los nuevos reyes.

 

FUENTES: DEL AMO HORGA, Luz María. "La iconografía de la Navidad. I: Ciclo de la Navidad
o Encarnación", en La Natividad: Arte, Religiosidad y Tradiciones Populares, Madrid, 2009, pp. 249-250.

 

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