La parroquia murciana de santa Eulalia ha recuperado para el culto público una joya de su rico patrimonio escultórico: los bustos de dos santos mártires, obras de Francisco Salzillo Alcaraz, realizados por el maestro murciano en su época de mayor esplendor, a comienzos de la segunda mitad del siglo XVIII.

Los bustos proceden del cercano y desamortizado monasterio de padres trinitarios de san Blas, de donde llegaron junto a sus propias reliquias en el año 1835. Aunque tradicionalmente se les ha venido identificando con los santos Faustino y Jovita, seguramente no representan a dichos hermanos clérigos -Faustino presbítero y Jovita diácono, naturales de Brescia- pues van vestidos con ropa mundana de la época sin ningún signo sacerdotal. Además, Jovita era un hombre, y uno de los bustos es una joven fémina.

Por lo que nos cuenta el Martirologio Romano, podemos deducir que los bustos representan a San Faustino y Santa Beatriz (siglo IV), dos hermanos naturales de Roma que fueron decapitados -de ahí los cortes sangrantes en el cuello- y sus cuerpos arrojados al Tíber por defender su fe cristiana. Su fiesta se celebra el 29 de julio.