LOS RETABLOS FINGIDOS DE LA IGLESIA DE SANTA EULALIA DE MURCIA

Alejandro Romero Cabrera (14/02/2009)


 

 

Este importante conjunto mural, que incluye en su totalidad el retablo mayor, portadas laterales del Presbiterio y los cuatro retablos del transepto, fue ejecutado por el pintor muralista italiano Pablo Sistori, entre los años 1780 y 1781, cuando se estaba concluyendo el rico proyecto decorativo rococó de esta Parroquia murciana. Sistori dejó en Murcia un valiosísimo conjunto de obras, muchas de ellas perdidas, entre otras cosas por la delicadeza de sus características y soportes y por lo poco valoradas que fueron durante la primera mitad del siglo XX. De las conservadas, cabría destacar la perspectiva arquitectónica que llena por completo el interior de la Iglesia de Jesús (sede de los pasos de Salzillo), los frescos de la fachada principal y del corredor alto del patio del Palacio Episcopal, los retablos de las capillas laterales de la Iglesia de San Juan de Dios y, sobre todo, esta obra de la Iglesia de Santa Eulalia, sin duda la más realista, efectista y espectacular de todas ellas.

Los retablos y portadas de la Iglesia de Santa Eulalia están pintados sobre grandes sargas o lienzos clavados al muro, ocupando todo su espacio y haciendo casi imposible el imaginarse que se trata de inmensas paredes planas. Su estilo es un neoclásico pleno de corrección arquitectónica y perspectivística, y con una exquisita policromía en tonos grisáceos y verdosos, que hacen un perfecto juego cromático con el azulete de las yeserías del templo.

El gran retablo mayor, con su Camarín, consta de un alto zócalo, sobre el que se alza un amplio y profundo pórtico de columnas lisas de mármol verde y capiteles corintios. Un potente entablamento sirve de base al frontón curvo, sobre el que se alza el ático con los atributos iconográficos de Santa Eulalia de Barcelona (en una ilusión óptica verdaderamente admirable, como todo el conjunto): la cruz aspada, la palma del martirio y una corona de flores. Imitando las labores escultóricas en mármol, aparecen las virtudes cardinales: ante las columnas están la Justicia y la Fortaleza, y sentadas en el frontón curvo, la Templanza y la Prudencia. Estas esculturas simuladas han sido atribuidas por distintos autores al pintor Joaquín Campos (1), quien pudo colaborar con Sistori pintando las puntuales representaciones escultóricas.

El estado de conservación, tanto del retablo como de las portadas de la Sacristía y espacios auxiliares al Presbiterio, era francamente alarmante, debido a los ostensibles desprendimientos de las sargas, sus desgarros, los desprendimientos de policromía, el polvo acumulado, la acción de la fuerte humedad de Murcia en la base y los numerosos arreglos desafortunados que han sufrido a lo largo de los años. La Parroquia de Santa Eulalia solicitó a la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia la restauración de todo el conjunto mural de la Iglesia, y ya se encuentra concluida su primera fase, después de unos intensos trabajos, desarrollados con una calidad y delicadeza absolutamente admirables, que han incluido el retablo mayor y las portadas laterales del Presbiterio.


BIBLIOGRAFÍA

(1) MOYA GARCÍA, María Luisa: Pablo Sistori. Un pintor italiano en la Murcia del Siglo XVIII. Real Academia Alfonso X el Sabio. Murcia, 1983.

 

   
   
   

 

Escrito Relacionado en este

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com