En la singular decoración artística de la caseta, que pudo verse entre los días 13 y 16 de septiembre con motivo de la feria del municipio sevillano, hay pintura y escultura. La técnica pictórica es el acrílico sobre chapa, con unas dimensiones de 200 x 300 cm de pared, pintados sólo los laterales.

La decoración, realizada por el artista Sergio Parra Medina, se ha enfocado como si se tratase del interior de un barco pirata. En la entrada, podemos observar la principal atracción: una escultura que representa a un vigía, con un candil que por la noche se alumbraba, al igual que unas antorchas del interior que iluminaban los relieves de cabezas de leones y de personajes piratas que adornaban el recinto.

La decoración imita las tablas de una bodega, degradando la interpretación desde lo más realista hasta la abstracción de la misma forma ya simplificada, muy llevada al diseño. Hay dos puntos principales de atención, que son los dos decorados del centro, en uno está una calavera de poco más de 1 m, realizada en corcho, y el otro es una pintura que hace referencia a una alegoría de la feria por la noche dentro del mar, a través de la proa de un barco que se abre hacia dentro.

Por último, destacar la anécdota de las representaciones de los equipos de fútbol de la capital hispalense, Sevilla y Betis. Por parte del Sevilla, nos encontramos con un homenaje al jugador Antonio Puerta, recientemente fallecido con tan sólo 22 años. Por parte del Betis, aparece camuflado en dos ocasiones, entre las vetas de las tablas y en el centro de la portada del escenario, el escudo del centenario.