Como informamos en su momento (ver enlace), la exposición Obras maestras de la colección Valdés del Museo de Bellas Artes de Bilbao, exhibe dos magistrales ejemplos de escultura, una pareja de tallas policromadas del Ecce Homo y la Dolorosa realizada por el escultor granadino Pedro de Mena, que Félix Fernández-Valdés dispuso en la capilla del domicilio de Bilbao donde vivió desde 1920 hasta su fallecimiento.

En una conferencia ofrecida por Pilar Silva Maroto, comisaria de la exposición, con motivo de la inauguración de la misma, la historiadora comentó que las piezas, compradas por Valdés en 1939, justo después de la Guerra Civil, proceden del convento madrileño de las mercedarias, titulado de Nuestra Señora de la Concepción aunque es más conocido por el convento de Juan de Alarcón porque así se llamaba el sacerdote que lo fundó.

Afirma Silva Maroto que esta pareja de Ecce Homo y Dolorosa realizada por Mena en 1673, de enorme calidad, se daba por perdida porque Valdés lo compró con tanto misterio que las monjas ocultaron durante más de 40 años que lo habían vendido, y al morir el coleccionista vasco lo dejó en su testamento con una donación y nadie sabía dónde estaban, de ahí que se diera por desaparecida.

Finalmente, María de los Ángeles Curros Ares, una de las monjas de Juan de Alarcón, escribió un pequeño librito en el que contaba que habían vendido los bustos en 1939 y que durante 40 años habían dicho que se habían perdido. El librito en cuestión al que se refiere Silva Maroto lleva por título "Mercedarias de Alarcón" y salió publicado en 1981, cinco años después de la muerte de Valdés.

En ese mismo convento, Valdés también compró en 1939 el famoso "Retrato de Mariana de Austria" pintado en 1678 por Juan Carreño de Miranda, en el que la reina, aunque ya había pasado el periodo de luto, aparece vestida de dominica como era habitual en las viudas nobles. En 1944 este retrato pasó a manos de Luis Arbaiza, amigo de Valdés, quien lo vendió al Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde se conserva.

La exposición Obras maestras de la colección Valdés se centra fundamentalmente en la pintura, pero incorpora también algunas esculturas, caso de estos bustos de Pedro de Mena, de forma un tanto excepcional, ya que Valdés, según Silva Maroto, logró reunir una colección muy importante en su casa del número 15 de la Gran Vía bilbaína, un verdadero museo en el que no solo había pintura, sino también esculturas y artes decorativas.