JOSÉ CANO. RECUERDO Y OLVIDO
15/04/2025
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Foto: Nico Canela |
A través de unas creaciones tan metódicas como valientes, el artista malagueño José Cano busca dos objetivos: poner en valor todo el patrimonio perdido en la quema de templos y conventos que sufrió Málaga en la década de 1930, y ensalzar todo lo que supuso para una ciudad que tuvo que renacer de sus cenizas, sobre todo a nivel artístico y patrimonial. Su discurso juega con elementos opuestos: recuerdo y olvido, veneración e iconoclastia, destrucción y regeneración. Cano se apoya en iconos históricos de la imaginería religiosa malagueña, como la Virgen de Belén (Pedro de Mena) o el sayón "Verruguita" del Puente Cedrón (Salvador Gutiérrez de León), para construir alegorías de la memoria y la pérdida. Sus obras se acompañan, además, de material fotográfico y diversos elementos simbólicos, como hojas de talco que evocan las flores con las que se veneraban imágenes ocultas tras los ataques de 1931 y 1936. |
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Foto: Carlos Rey |
Por ejemplo, en el caso de la obra Recuerdo, Cano trae a nuestra realidad una de las imágenes más iconicas que se perdieron en las quemas y que más recuerda el pueblo de Málaga, la Virgen de Belén que recibía culto en la iglesia de Santo Domingo, una de las obras cumbres de Mena. Pero no lo hace de forma totalmente fiel al medallón que aparece en las fotografías afectadas por el tiempo, sino como imagen de vestir, pues inconscientemente distorsionamos muchos detalles de los recuerdos que conservamos. Frente a nosotros tenemos ahora una visión del pasado que no pertenece a nuestro presente, por ello el paño que envolvía al niño ahora solo muestra sus cenizas, haciéndonos conscientes de que la imagen se perdió para siempre. Acompaña a la pieza un cajón abierto, dentro del cual solo podemos observar fotografías antiguas y objetos, como si la Virgen hubiera salido de ese cajón lleno de recuerdos. Como su título indica, Olvido representa la acción involuntaria que consiste en dejar de recordar, de ahí que en este caso la obra no está definida, sus formas se han perdido, no quedan colores. Solamente se divisa una figura, una forma, la del sayón "Verruguita" que procesionaba la hoy conocida como Hermandad de la Paloma de Málaga. En su pecho se encuentra un espejo de sombrero de verdiales, que simbomiza el sol y la llegada de la primavera, un mensaje muy esperanzador en contraste con la figura. |
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Foto: Nico Canela |
Al igual que en la obra sobre la Virgen de Belén, Bulerías de la lumbre muestra una rama de coral como símbolo del fuego que carbonizó la sagrada imagen; en este caso, el Cristo de la Columna de la Hermandad de los Gitanos, de ahí que esta pieza se encuentre totalmente ligada al mundo del flamenco. El autor asocia los chasquidos de las hogueras, principal herramienta destructora de las iglesias y el patrimonio artístico de Málaga, con el compás por bulerías, la torsión y el quiebro al baile de este palo flamenco. Esta recreación de los restos carbonizados del Cristo se dispone verticalmente con una composición helicoidal, como si de un bailaor flamenco se tratase. Destacar también Malaccae Ignis, una pieza que ha dado título también a una exposición de Cano celebrada el pasado mes de marzo en el Espacio Sacristía de San Juan de Dios, de Antequera, y que está previsto se vea también en el MVCA de esa misma ciudad. Se trata de una dolorosa inspirada en la desaparecida Virgen de las Lágrimas del templo malagueño de los Santos Mártires, obra también de Pedro de Mena. Presenta el costado izquierdo totalmente calcinado, simulando haber sido pasto de las llamas; no obstante, de una de las grietas del pecho emergen una flores doradas realizadas en la técnica del talco, símbolo del mencionado renacer de la ciudad. |
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Foto: Carlos Rey |
Del horror a la esperanza, del amor al odio, del recuerdo al olvido. El autor rememora una de las citas más felices de Ana Frank para describir sus obras: "No veo la miseria que hay, sino la belleza que aún queda". Obras que testimonian una Málaga que crece y evoluciona, pero cuyo pasado dejó unas marcas que nunca podrán borrase de su historia. Actualmente, José Cano se encuentra realizando una dolorosa con la advocación de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro para un oratorio de Málaga. Será una imagen realizada en barro cocido con cuerpo de madera y unas proporciones cercanas al tamaño natural, similares a las piezas malagueñas del siglo XVIII. Dicha dolorosa beberá de la producción del escultor e imaginero antequerano Antonio del Castillo. |
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