El llamado Retablo de los Gozos de Santa María, obra del pintor Jorge Inglés (siglo XV), podrá contemplarse durante diez años en la sala 57 del Museo Nacional del Prado de Madrid gracias a un acuerdo firmado con el duque del Infantado, Íñigo de Arteaga y Martín, propietario de la obra.

Popularmente conocido también como "el altar de los ángeles", este retablo, pieza excepcional para la historia del arte y la literatura y capital dentro de la pintura hispanoflamenca castellana, ha pasado por el taller de restauración del Museo antes de exhibirse en la mencionada sala, que se dedicará, a partir de ahora, a los retratos españoles y flamencos de la nobleza y la burguesía (1450-1570).

Se trata de la primera obra documentada de autor conocido de esa época que se conserva. El marqués de Santillana encargó el retablo a Jorge Inglés antes de junio del año 1455 para la iglesia del hospital de Buitrago del Lozoya (Madrid). Según recoge el codicilo de su testamento, estuvo colocado durante siglos en el altar mayor y, posteriormente, los duques del Infantado, herederos del marqués de Santillana y patronos del hospital, lo trasladaron a otras dependencias de su propiedad.

En el retablo, que conserva parte de la estructura y tracería originales, así como todas las pinturas realizadas por Jorge Inglés, destaca el retrato de Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana. Se trata del único retrato de pincel conservado de un noble castellano. Frente a él aparece su mujer, Catalina Suárez de Figueroa, de rodillas ante la Virgen, cuya imagen original perdida se ha tenido que sustituir. Ambos se encuentran acompañados, respectivamente, por un escudero y una doncella.

En el cuerpo superior, compuesto por dos tablas, aparecen doce ángeles con pergaminos de Los Gozos de Santa María, escritos por el marqués de Santillana como prueba de su devoción a la Virgen. Los seis ángeles situados en la parte superior portan los seis primeros Gozos y los de la zona inferior del VII al XII. El texto que lleva el retrato del marqués de Santillana es Gozo XIII.

Figura clave en el reino castellano en tiempos de Juan II, Íñigo López de Mendoza fue un gran poeta y estudioso de la ciencia. Sus dos vocaciones, las armas y las letras, se materializaron en las dos colecciones que inició, la armería y la biblioteca. En cuanto a sus devociones, fueron su linaje y su familia y la Virgen, de lo que dan testimonio Los Gozos de Santa María.

En cuanto a Jorge Inglés, pintor y miniaturista, se ha especulado sobre sus supuestos orígenes ingleses o flamencos, aunque por el momento no se ha podido saber nada ni de su lugar de nacimiento ni de su lugar de formación. Sus creaciones son bastante reconocibles, ya que, según Pilar Silva -jefa del departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (1400-1600) y Pintura Española (1100-1500) en el Museo Nacional del Prado-, la mayoría de sus personajes repite los mismos rasgos. Otra gran creación de Jorge Inglés es el Retablo de San Jerónimo realizado para el monasterio de la Mejorada, en Olmedo (Valladolid), actualmente en el Museo Nacional Colegio de San Gregorio de la capital vallisoletana.

Este retablo, obra maestra del autor y punto de partida para trazar su estilo y atribuirle otras obras, está dedicado a la Virgen, aunque el protagonismo lo asumen los marqueses, que aparecen arrodillados ante el simulacro mariano, que es escultórico y no pictórico y, como hemos dicho, no es el primitivo de la pieza.