EL RETABLO RENACENTISTA DE NAVIANOS DE VALVERDE (ZAMORA)

Con información de Manuel Arias Martínez (18/07/2021)


 

 

A mediados de 1964 llegó al Museo de los Caminos (Palacio Episcopal) de Astorga (León) parte de un retablo de Navianos de Valverde (Zamora) representando en gran parte la vida de la Virgen María. Se trata de un retablo realizado en torno al año 1500 y el historiador Gómez Moreno lo atribuía a Pedro Berruguete. En el año 2000 pasó del salón del trono, lugar donde estaba expuesto, al almacén de la última planta.

La recuperación de los dos fragmentos laterales del retablo mayor de la iglesia parroquial de Navianos de Valverde, procedente del área zamorana de la diócesis de Astorga, viene a suponer no sólo una loable tarea por la conservación del patrimonio sino por su propia valoración, significando un notable enriquecimiento en ese valioso tesoro de obras de arte que actualmente pueden contemplarse en la catedral asturicense.

El retablo ha llegado hasta nosotros sin la calle central, que ya había sido notablemente alterada, según se puede observar en una antigua fotografía realizada cuando el conjunto se encontraba "in situ", y sin las dos más próximas que la flanqueaban. Como fuera muy habitual en obras de esta cronología, esa calle central iba a ser a menudo objeto de intervenciones para dar mayor relevancia al sagrario, añadiéndose en ocasiones un expositor y modificando la hornacina central donde solía encontrar su lugar la representación del patrón del templo. En Navianos de Valverde esa modificación se correspondió con un lenguaje puramente neoclásico, que permite fechar la alteración muy a finales del siglo XVIII o comienzos de la centuria siguiente. En la hornacina superior, bajo una sencilla moldura de medio punto, una Asunción de María ocupaba ese mencionado lugar preeminente. Es muy probable que ese tramo primitivo se conformara de una manera similar en lo que se refiere a la estructura, con un sagrario y una escultura de bulto, como demuestra la evidencia de los conjuntos conservados. Pero lo cierto es que a pesar de cualquier alteración, es posible entender el desarrollo constructivo del retablo original, como una máquina de indudable intencionalidad narrativa.

Las tablas, divididas en tres calles a ambos lados de la principal y cuatro alturas, componían una secuencia perfectamente legible, articuladas con una elegante separación arquitectónica de clara filiación gótica, que reduce cualquier protagonismo en favor de la claridad en la lectura.

Cumpliendo la función de predela pero sin diferenciarse formalmente en su tamaño, el primer nivel aparece ocupado por representaciones de Reyes de Israel, en figuras de medio cuerpo, vistiendo indumentaria regia y con una filacteria que los identifica. Sin duda el modelo está en el retablo de Santa Eulalia del municipio de Paredes de Nava (Palencia), realizado por Pedro Berruguete hacia 1490. No obstante, la distancia en cuanto a la calidad de la ejecución es muy significativa y en ningún caso es posible sostener relación alguna con la obra del paredeño, como se ha llegado a insinuar a partir de los comentarios de Gómez Moreno, cuando describía el retablo en el Catálogo Monumental de la provincia de Zamora, publicado en 1927.

 

 

El resto del conjunto va desgranando la historia de Cristo y de María, deteniéndose en los episodios más significativos, tanto canónicos como apócrifos, con una evidente función catequética y buscando en muchos casos una serie de paralelismos que ayudan a componer el discurso con mayor fundamento.

En los fragmentos conservados se muestran las siguientes escenas, de abajo a arriba y de izquierda a derecha. En el lado izquierdo del espectador, "La plegaria de San Joaquín y Santa Ana en el templo para implorar descendencia", "San Joaquín expulsado del Templo por los demás sacerdotes", "El anuncio del nacimiento de María a Santa Ana", "El nacimiento de la Virgen", "La presentación en el Templo" y "Los desposorios de José y María". En el lado derecho del espectador, "La Anunciación", "La Visitación de María a Santa Isabel", "La Natividad", "Anuncio a los Pastores", "Presentación en el Templo" y "Coronación de María".

Desde el punto de vista formal, la concepción de la pintura del retablo encaja con los trabajos que se estaban llevando a cabo en esos instantes, utilizando la estampa como fuente de seguimiento, lo que en algunos casos se hace muy evidente, e incorporando cada vez más el paisaje a la composición de las diferentes escenas. El resultado es el de una pintura que es necesario estudiar con detenimiento a la hora de buscar una filiación más certera, debido a la variedad de los talleres que controlan el mercado en esos momentos con figuras tan importantes como Lorenzo de Ávila, los Borgoña y otros muchos.

Cuando Francisco Centeno fue director del Palacio de Gaudí y del Museo de la Catedral de Astorga, lo trasladó a este último lugar con el objetivo de restaurarlo. Ahora, estando Francisco Javier Gay de deán del templo catedralicio, y después de varios años en espera de esa necesaria y urgente restauración, se encuentra instalado en la capilla del Cristo de las Aguas de la Catedral de Astorga (imagen inferior).

La restauración de las pinturas retirando los burdos repintes que, ya eran señalados por el propio Gómez Moreno cuando se encontraban "in situ", puede contribuir a su identificación y avanzar en su estudio.

 

 

FUENTES

ARIAS MARTÍNEZ, Manuel. "Recuperación del retablo de Navianos de Valverde", en Catedral. Revista de los Amigos de la Catedral de Astorga, nº 27, Astorga (León), Amigos de la Catedral, abril de 2021, pp. 55-56.

 

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