En las últimas décadas, San Judas Tadeo, también llamado el Mártir de Mesopotamia, se ha convertido en uno de los iconos cristianos de mayor devoción popular en España. Numerosos son los templos que han adquirido modernos simulacros del santo, la mayoría de ellos seriados, para su exposición al culto público.

Judas Tadeo fue hermano de Santiago el Menor y primo hermano de Jesús. Formó parte del apostolado del Maestro, figurando en la Cena Pascual y predicando el evangelio en la antigua Mesopotamia.

Es autor también de una Epístola Católica, redactada hacia el año 70 después de Cristo, que forma parte del Nuevo Testamento y en la que desarrolla su doctrina sobre tres temas fundamentales: la Santísima Trinidad, los ángeles y el ser cristiano. No obstante, un sector de la teología no identifica al autor de esta carta con Judas Tadeo, ya que en el versículo 17 se distingue de los apóstoles.

La iconografía habitual del santo lo muestra en actitud estante, portando el hacha o instrumento de su martirio en una mano y un libro en la otra, en alusión a su carácter de escritor de los textos sagrados.

El modelo anterior lo observamos en la espléndida talla de José de Arce (Flandes, hacia 1600 - Sevilla, 1666) que se conserva en Jerez de la Frontera, de ricos matices visuales y decidida actitud teatral, propia del expresivo dinamismo que el escultor flamenco se encargaría de introducir en la escuela sevillana del Barroco. En ocasiones, el libro es reemplazado por la palma, símbolo de su condición de mártir por la fe cristiana.

Por el contrario, la imagen de San Judas Tadeo que figura en el grupo escultórico de La Cena de Murcia, obra del célebre escultor Francisco Salzillo (Murcia 1707-1783), presenta una quietud espiritual en sus maneras, a medio camino entre la sorpresa por la denuncia del otro Judas, el traidor apodado Iscariote, y el arrobo místico tras contemplar la divinidad de Cristo instituyendo la Eucaristía.

En ambas figuras se observa la costumbre de antaño por representar al santo en su ancianidad. Sin embargo, muchas obras de nueva factura optan por recrear a Judas Tadeo como un hombre joven, también barbado pero de agraciadas facciones varoniles, que lleva con apostura sus elementos identificativos.