EL CRUCIFICADO DE LA HUMILDAD DE JAÉN

18/01/2010


 

 

 

Según el historiador Andrés Huete Martos, esta dramática representación de Cristo muerto en la cruz con la cabeza inclinada hacia la derecha y la corona de espinas, de gruesas ramas trenzadas, esculpida en el mismo bloque craneal, presenta notables semejanzas con el marteño Crucificado de la Vera Cruz -del que solamente se conserva la cabeza- y con el Crucificado de la capilla del antiguo cementerio jiennense de San Eufrasio, y puede relacionarse con el círculo de escultores españoles de la época que recibieron influencias italianas y flamencas de artistas como Felipe Bigarny o Jacopo Torni (llamado El Indaco y Jacobo Florentino), caso de Jerónimo Quijano, Gutierre de Amberes, Miguel de Reinas o Luis de Aguilar.

El dolorido rostro del Crucificado, labrado en madera de abedul policromada, presenta los ojos semicerrados y policromados en la madera, al igual que las pestañas; párpados caídos, perfil clásico y labios muy abiertos por la violencia de la muerte, mostrando claramente la dentadura tallada. Al igual que la barba, el cabello es ondulado y partido al centro, dejando parcialmente descubiertas ambas orejas. La poderosa anatomía muestra los brazos rectos, casi paralelos al travesaño del madero, con las manos semicerradas y los dedos flexionados. El torso, hinchado, marca los músculos pectorales y el arco condrocostal. El vientre aparece plegado y algo hundido. El perizoma envuelve con varias vueltas la cintura del Varón y forma un lazo en el costado izquierdo.

 

 

 

La imagen, fechable en el segundo tercio del siglo XVI, se halla fijada por tres clavos a un leño de tipo cilíndrico y arbóreo -si bien durante muchos años la cruz ha sido de sección lisa y rectangular-, montando el pie derecho sobre el izquierdo. Es de tamaño ligeramente inferior del natural (mide 130 cm de altura). La policromía actual, fruto de la intervención llevada a cabo en el año 1956 por los artistas Constantino Unghetti Álamo y Francisco Moreno Cerezo, es parca en signos cruentos, salvo la abierta llaga del costado de la que manan copiosos regueros de sangre. En el año 1993 fue restaurado por Eloísa Arcos Quesada.

Recibe culto en la parroquia jiennense consagrada a Cristo Rey. Fue titular de la actualmente desaparecida Cofradía de las Cinco Llagas, fundada en 1551 y extinguida en 1836. Actualmente es uno de los titulares de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Humildad y Silencio, erigida en el año 1955. El título de Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Silencio del Santísimo Cristo de la Humildad y María Santísima Madre de Dios fue aprobado en asamblea general de hermanos celebrada el 18 de Diciembre del año 2010, si bien debe aún ser confirmado por el Obispo de la Diócesis de Jaén.

 

Fotografías de Pedro Pérez Montoro

 

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