El calor aprieta, el verano se acerca, no hay duda. Veamos cómo era una mañana cualquiera de principios de junio en uno de los cármenes de la ciudad de Granada de finales del siglo XIX, gracias a las manos y a los ojos del pintor granadino Isidoro Marín Gares (Granada, 1863-1926).

El personaje femenino del lienzo titulado Señora en el jardín (1887), que más bien parece señorita por el arrebol de sus mejillas, se protege con un parasol de unos rayos torrenciales de finales de primavera que, a juzgar por el juego de sombras, caen perpendiculares sobre el patio granadino.

La escena de mediodía es pura luz, que llega por todos lados: a raudales desde el cielo, rebotando en los muretes, empapando el inmaculado delantal, encharcando el suelo de tierra, encendiendo los pétalos de unas flores que parecen a punto de entrar en combustión. Intensidad de olores, colores y calores que se alían para sumir a la dama, momentáneamente abrumada por tanta sensualidad, en un ligero sopor que la obliga a apoyarse sobre la baranda y a entornar por un instante los ojos.

Pintada al óleo, Señora en el jardín posee unas medidas de 66,5 x 44,5 cm. El Museo de Bellas Artes de Granada cuenta con otras dos obras de Marín Gares, ambas de paisajes dominados por álamos y acequias, elementos tan característicos de la naturaleza de su Granada natal.

La obra fue adquirida por el Ministerio de Educación al anticuario, también granadino, Antonio Ruiz Barrero, en 1956, momento en que pasó a formar parte de la colección estable. Actualmente no se encuentra expuesta al público, sino que se conserva almacenada en sus depósitos.

Hijo de Isidoro Marín Molinos, natural de Villanueva de Cameros (La Rioja), y de Teresa Gares Arantave, nacida en Granada, el autor de Señora en el jardín fue, además de uno de los mejores acuarelistas granadinos de su época, pintor de óleos como el que nos ocupa, ilustrador de libros, decorador, restaurador de obras de arte, profesor de pintura y de cerámica en la Escuela de Artes y Oficios, conservador de la Alhambra, miembro fundador de la Sociedad de Acuarelistas y del Centro Artístico, cofrade del Avellano.... Y por supuesto, un hombre de su tiempo que vivió los avatares de la llamada Generación del 98 en Granada.

Se trata de un polifacético artista nacido y formado en Granada y que, fundamentalmente, trabajó solo en Granada, en una época en que se practicaba la pintura en esta ciudad andaluza bajo las directrices estéticas de un no olvidado realismo, de un latente modernismo y de un claro y recurrente impresionismo. La influencia de Mariano Fotuny en Granada aparece en la obra de Isidoro Marín Gares en su temática, principalmente en el costumbrismo y en los paisajes.

Sobre la vida y obra de Isidoro Marín Gares recomendamos la obra "Isidoro Marín, pintor", publicación de 1997 de la historiadora Josefina Altozano Foradada que fue creada como tesis doctoral bajo la dirección de Domingo Sánchez-Mesa Martín. La disertación doctoral tuvo lugar en la Universidad de Granada (UGR).