SANTA ÁGUEDA VISTA POR RAMÓN AMADEU

Con información de Joan Yeguas (05/02/2024)


 

 

La santa, de pie, viste túnica de color verdoso, con motivos florales estampados y los ribetes dorados, y manto decorado con estrellas estampadas y una cenefa que lleva forro rosado. También luce una rosa dorada en la cabeza, como si fuera una joya o una diadema. Con la mano izquierda sostiene una bandeja sobre la que están sus dos pechos, atributos propios de su martirio. Seguramente, por el formato (30 x 11 x 12 cm) se trata de un esbozo en terracota policromada para una talla desconocida de tamaño natural.

La imagen es de una gran delicadeza, y sobrepasa la definición habitual en las figuras de esta tipología. Joan Yeguas la compara con la Santa Lucía del Museo Episcopal de Vic, puesto que esta última sigue la apariencia de las obras de Ramón Amadeu, a pesar de que es más simple y menos trabajada que Santa Águeda.

Esta pieza, labrada hacia 1809-1821, pertenece al Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), que a finales de 2019 decidió cederla en depósito al Museu dels Sants d'Olot (Girona), junto con otras tres pequeñas figuras del escultor, imaginero y belenista catalán Ramón Amadeu (Barcelona, 1745-1821) -San Juan Evangelista, San Bruno y San Pedro Nolasco-, para formar parte de una amplia exposición en las nuevas salas del museo olotense sobre la producción de dicho artista, destacado imaginero de santos, muy vinculado a la ciudad de Olot, donde trabajó en edificios como el Santuario de la Mare de Déu del Tura o la Iglesia de Sant Esteve.

La figura de Amadeu se encuentra ligada al mundo del belenismo ya que se trata del escultor catalán documentado desde más antiguo en dicha disciplina, y que, además, marcó el camino de los "figuraires" catalanes que se dedicaron al arte del belén durante el siglo XIX y posteriormente.

Sus obras destacan por su carácter humano reflejado de forma realista y sencilla, tomando como referentes a personajes del ámbito rural. Con motivo de la mencionada exposición, Joan Yeguas, conservador de arte renacentista y barroco en el MNAC, se encargó de su comisariado y revisó el catálogo del artista, ya que a causa de la popularidad que alcanzó se incrementaron notablemente las obras que se le atribuyeron.

Según la leyenda, Santa Águeda, llamada también Ágata, fue una virgen y mártir siciliana que murió en el siglo III tras una prolongada tortura a manos del prefecto romano Quintiano. Entre otros tormentos, a Águeda le cortaron los pechos con unas pinzas. Estas partes del cuerpo se convirtieron en el principal atributo iconográfico de la santa en sus primeras representaciones modernas, caso de la pintura de Sebastiano del Piombo (1520) que se conserva en la galería florentina de los Uffizi.

 

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com