El descubrimiento de esta obra de Cimabue, apodo del pintor florentino Bencivieni de Pepo (1240-1302), tuvo lugar hace unas semanas durante la valoración de un conjunto de obras de diversa procedencia realizada por la casa de subastas Actéon, con sede en la ciudad francesa de Compiègne.

A sus responsables enseguida les llamó poderosamente la atención este icono sobre fondo dorado que representa el "Prendimiento de Cristo en el Huerto de los Olivos" y que colgaba en un domicilio particular de la referida localidad, concretamente de una pared situada en el pasillo que comunica la cocina y la sala de estar de la vivienda, justamente encima de una placa de fuegos portátil que se utiliza para cocinar. Ello obedece a que ni la propietaria, una señora de avanzada edad, ni sus familiares tenían idea de que se trataba de una pieza realizada por un artista tan importante como Cimabue.

El redescubrimiento de esta obra temprana de Cimabue, realizada en temple al huevo con fondo de oro sobre una tabla de álamo (25,8 x 20,3 cm), es de suma importancia para el mundo del arte, no solo por el gran prestigio que atesora el artista italiano, maestro de Giotto y de Duccio di Buoninsegna y considerado por los historiadores como el introductor del naturalismo gótico occidental en la tradición bizantina de Oriente, sino también por el reducido número de obras que se conservan de su mano.

El "Prendimiento" formó parte de un díptico formado por ocho escenas de la vida y pasión de Cristo de las que solo se conservan otras dos: la "Flagelación" en la Frick Collection y la "Virgen con el Niño y ángeles" en la National Gallery de Londres. Curiosamente, esta última también apareció en una vivienda particular, en concreto del condado inglés de Suffolk, siendo entregada a la National Gallery en el año 2000. Dicho díptico fue probablemente desmantelado en el siglo XIX por un comerciante de arte con el fin de vender sus piezas por separado. En ese momento también el grosor de las piezas cortadas se vio disminuido.

Con obras como la hallada en Compiègne, Cimabue fue introduciendo en la pintura el sentido del movimiento, en este caso para expresar el asalto que sufre la resignada figura de Cristo por sus captores que le rodean. Hay en su pintura un dinamismo del que carecen los iconos bizantinos. También observamos notables avances en la expresividad de los rostros y en la composición del drapeado de las ropas. Todo ello fundamenta la decisiva aportación de Cimabue en la configuración de la pintura de Occidente.

La obra será subastada por Actéon en Senlis, villa cercana al norte de París, el próximo 27 de octubre. Será la primera vez que una pieza de Cimabue se ofrezca en el mercado para su puja por coleccionistas e instituciones que deseen tenerla entre sus fondos. Según los expertos, su valor oscila entre los 4 y 6 millones de euros.