EL DULCE NOMBRE DE MARÍA

10/09/2007

La festividad del Dulce Nombre de María guarda estrecha relación con otra fiesta mariana de mayor antigüedad, la Natividad de la Virgen, cuyos orígenes se remontan al siglo V aunque no alcanzara una difusión universal hasta ocho siglos después. Fue la ciudad española de Cuenca el primer lugar del mundo donde tuvo lugar la celebración del Nombre de María, gracias a una autorización obtenida de la Santa Sede en el año 1513. 

No fue hasta 1683 cuando el papa Inocencio XI decretó la fiesta para toda la Iglesia Cristiana. En el año 1911 se estableció como día fijo de la fiesta el 12 de septiembre, sólo cuatro días después de la festividad de la Natividad de la Virgen. Con anterioridad, el Nombre de María se llegó a celebrar el 15 y el 17 de septiembre.

El nombre de María tiene un triple significado: por un lado alude al mar; por otro, a las virtudes de la gallardía y la hermosura, e incluso una tercera interpretación lo traduce, literalmente, como "Amada de Yahvé". 

Ilustra estas líneas una imagen perteneciente a la devoción penitencial, ámbito donde la advocación goza de gran predicamento desde el pasado siglo XX. La obra en cuestión, de candelero para ser vestida, pertenece al imaginero sevillano Salvador Madroñal Valle (Dos Hermanas, Sevilla, 1965) y fue realizada para Torreperogil (Jaén) bajo los dictados teatrales e idealizados de la imaginería neobarroca sevillana.

La Dolorosa de Torreperogil se presentó en la capital hispalense, a los pies de la titular de la Cofradía del Dulce Nombre, sin lugar a dudas una de las imágenes más populares dentro de la advocación.

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