LOS "MEMENTO MORI" DE GAETANO ZUMBO

25/10/2016


 

 
 

La peste (Gaetano Giulio Zumbo)

 

Gaetano Giulio Zumbo (Siracusa, hacia 1656 - París, 1701) fue un renombrado ceroplasta italiano cuya actividad se documenta en la segunda mitad del siglo XVII. Pocos datos se saben de su vida personal, destacando que su apellido era el materno -Zummo, que cambió por Zumbo cuando se estableció en Francia- y que obtuvo el título de abad tras estudiar con los jesuitas. Cursó estudios en Roma, Nápoles y Bolonia, donde se cree que fue el primero en proponer el uso de la cera policromada en los modelos usados por los círculos de anatomía para la enseñanza. Aunque algunos estudiosos consideran su talento en el modelado de la cera más científico que artístico, ya que se especializó en modelos anatómicos -muchos de ellos relacionados con la muerte, la enfermedad y la putrefacción del cuerpo-, también realizó no pocas creaciones de imaginería y belenismo.

Famoso por el realismo y la expresividad de sus obras, se sabe también que nació en Siracusa, en el seno de una aristocrática familia venida a menos. Entre los años 1691 y 1695, tiempo en que sirvió a la dinastía florentina de los Medici, creó cuatro de sus obras más famosas: el Sepulcro y Morbo Gallico -también llamadas Vanidad de la gloria humana y Consecuencias de la sífilis, respectivamente- para el gran duque Cosme III, y el Triunfo del Tiempo y La Peste, para el gran príncipe Fernando, hijo del anterior.

Después de trabajar en Florencia, Génova y Marsella, Gaetano Zumbo marchó a París en el año 1701 tras ser invitado a mostrar en la Académie Royale des Sciences una de sus cabezas desolladas, caracterizadas por su extraordinario naturalismo. Tras su éxito académico, consiguió del monarca Luis XIV el monopolio de las preparaciones anatómicas, e incluso permiso para dar lecciones públicas de anatomía. El mismo año de su llegada a París, en el apogeo de su gloria, Zumbo murió repentinamente por una hemorragia debida quizás a una tuberculosis. Su tumba en Saint-Sulpice fue destruida durante la Revolución Francesa.

 

 
 

El triunfo del tiempo (Gaetano Giulio Zumbo)

 

Para la preparación de los modelos anatómicos en cera de Zumbo se diseccionaban los cadáveres y de cada pieza anatómica se hacía un molde de yeso. En algunos casos, se hacía primero un molde de arcilla que después se pasaba a yeso. En el molde se vertía a continuación la cera, mezclada con resina y los tintes pertinentes.

Los modelos eran acabados con gran esmero por Zumbo; cuyo trabajo no solo inspiró setenta años después la creación de una escuela de ceroplastas con sede en el museo florentino de Historia Natural (La Specola) -activa cerca de un siglo, nació auspiciada por el gran duque Pedro Leopoldo de Lorena y dirigida por el anatomista Felice Fontana-, sino que es objeto de consulta hasta nuestros días por instituciones científicas y escuelas de arte de todo el mundo, para cuyos integrantes las creaciones de Zumbo son todo un referente en su trabajo.

Muchas de las creaciones de Gaetano Zumbo se conservan, junto con las de la mencionada escuela, en La Specola de Florencia. Todas ellas están dedicadas a la anatomía, la anatomía patológica y la anatomía comparada. Los modelos de cera de la escuela florentina -que incluyeron también piezas de botánica a partir del año 1771- eran tan populares, que fueron solicitados por otros museos de Italia y Europa: Bolonia, Pisa, Montpellier, Budapest, Leiden o Viena. Precisamente, en esta última ciudad se halla la colección más importante de piezas -después de la florentina-, que fue encargada por el emperador José II de Austria, hermano del gran duque Pedro Leopoldo, para la escuela médica militar (el actual Museo Médico Josephinum).

 

 
 

Cabeza de la colección Longari (Gaetano Giulio Zumbo)

 

Entre las obras de Zumbo en La Specola tenemos las cuatro realizadas para los Medici en Florencia, conocidas en grupo como las "ceras de la peste". Están concebidas como pequeños teatros a modo de versión perversa de los belenes napolitanos, con un valor artístico tan alto como el anatómico. En ellas se advierte todo el gusto por lo espantoso, lo decadente y lo macabro, típico de muchos artistas barrocos del siglo XVII, presente también en otras obras de Zumbo como sus celebradas cabezas putrefactas.

Dotadas de fuerte carga alegórica y dramática, las "ceras de la peste" muestran a los seres humanos entre ruinas funerarias, inmersos en unos parajes desoladores donde solo hay agonía, muerte, enfermedad y descomposición. Constituyen unos escalofriantes "memento mori" con abundancia de huesos rotos, pústulas, piel descolorida, fauna cadavérica y otros detalles macabros por lo general repugnantes; al estilo del mejor Juan de Valdés Leal inspirando, con sus funestas pinturas sevillanas, reflexiones sobre la mortalidad.

Mención especial merecen también las obras de la religiosa Caterina de Julianis, una de las grandes figuras del arte de una época dominada por los hombres. Nacida en Nápoles hacia 1670, era pintora y ceroplasta, así como una ferviente seguidora del arte de Zumbo, con cuyo trabajo muestra similitudes tan extraordinarias que han llegado a confundirse las autorías entre ambos artistas. Julianis compartía con Zumbo la habilidad para recrear la sorprendente ilusión de la carne, la piedra y las telas, reproduciendo a la perfección anatomía y materiales en temas tan mórbidos y enfermizos como los del maestro; si bien no faltaron tampoco en la trayectoria de la artista encargos de imaginería, más numerosos en su caso que en el de Zumbo.

 

 
 

El tiempo y la muerte (Caterina de Julianis)

 

FUENTES: TADDIA, Elena. "Une teste de cire anatomique. Un sculpteur à la cour: Gaetano Giulio Zumbo, céroplaste, de la Sicile à Paris (1701)", artículo publicado en Bulletin du Centre de recherche du château de Versailles, 9 de septiembre de 2016.

 

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