En la colección Oratorio de las Ánimas (1), conjunto compuesto por más de un centenar de piezas de arte sacro recopiladas por tres coleccionistas particulares de Ceuta, encontramos dos obras inéditas del escultor e imaginero sevillano Cristóbal Ramos (1725-1799) que se identifican con sus características producciones de pequeño formato creadas para la devoción íntima, siendo expuestas generalmente en escaparates o fanales en espacios domésticos y conventuales para permitir su cercana contemplación.

Las obras han sido restauradas con gran acierto por Enrique Salvo Rabasco en su taller de Málaga. Ambas se hallan realizadas en barro cocido y telas encoladas, técnica muy usada por un autor cuya prolífica obra se conserva en gran parte de templos y conventos de Sevilla y su provincia, con notables creaciones, destacando el magnífico busto de Dolorosa perteneciente a los fondos del Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

La pequeña imagen del Divino Pastor Niño forma un encantador grupo con una oveja, símbolo del alma cristiana, que con gran alborozo llama la atención del Niño, apoyando las patas delanteras sobre su regazo. El Divino Pastor, en gesto de acogida y protección, extiende su mano derecha sobre la cabeza del animal, a la vez que le muestra su Sagrado Corazón, llameante, espinado y coronado con la cruz, como fuente de amor infinito.

Esta pieza perteneció a la prestigiosa colección Casa Ajsaris de Granada.