El Cascamorras o Cascaborras sale cada año camino de la localidad granadina de Baza para cumplir con un ritual que se remonta, posiblemente, al año 1490, al ser encontrada la imagen de la Virgen de la Piedad, enterrada durante la invasión musulmana.

Según algunas versiones, el hallazgo lo llevó a cabo un albañil del municipio granadino de Guadix cuando se levantaba una iglesia tras la conquista de esta villa por los Reyes Católicos, aunque según otras versiones el hallazgo tuvo lugar en un lugar intermedio entre Guadix y Baza, desde entonces las dos poblaciones vienen manteniendo un contencioso que se dirime simbólicamente con motivo de las fiestas de la Virgen.

El Cascamorras es, al parecer, heredero de aquel bufón que, posiblemente, acompañaba a la comitiva de las autoridades de Guadix que cada año se traslada hasta Baza para perpetuar su derecho de las celebraciones en honor de Nuestra Señora de la Piedad. Otra tradición apunta, sin embargo, que la posesión de la imagen pasaría a manos accitanas si alguien conseguía llegar hasta ella limpio y sin mancha, aunque ninguna de las dos hipótesis puede ser probada con datos suficientes.

El día 6 de septiembre, el Cascamorras, hombre que se presta voluntariamente a desempeñar este papel, llega por la tarde desde Guadix con la intención de llevarse la imagen de la Virgen. En el Cerro de San Pedro Mártir lo esperan grupos de jóvenes que bajan corriendo con él los 3 km que distan desde el cerro hasta la iglesia.

Durante la carrera, el Cascamorras, que viste de forma parecida a un botarga con traje de paño de cuadros rojos, amarillos y verdes alternados simétricamente, es zarandeado, empujado, derribado por los participantes, de los que se defiende con un palo de cuyo extremo pende una bolsa con serrín, trapos y esparto. Unos a otros se embadurnan con brea, huevos, todo está permitido menos emplear objetos contundentes que puedan herir. El Cascamorras hondea la bandera en varios puntos del itinerario, es sumergido en dos fuentes y finalmente entra en el convento para limpiarse.

Una vez aseado, sale con su traje característico, presidiendo, junto a las autoridades, los festejos y celebraciones religiosas de los días de feria restantes, siendo uno de los momentos más significativos y entrañables el baile de la bandera que realiza sobre las cabezas de los pequeños. El día 8 de septiembre se inicia la Feria Mayor, saliendo la patrona en procesión por las calles del pueblo. Al amanecer del día siguiente, regresa el Cascamorras a Guadix sin haber podido cumplir su propósito inicial, por lo que nuevamente es objeto de todo tipo de empujones y marrullerías y embadurnado de pez, tomates, huevos, etcétera.