UN GRABADO DE LA FAMILIA FRANCISCANA,
OBRA DE PEETER DE IODE, EN SANTA CRUZ DE LA PALMA

Texto y fotografías de José Guillermo Rodríguez Escudero (26/05/2009)


 

 

Uno de los muchos tesoros que se custodian en la actual Parroquia de San Francisco de Asís de Santa Cruz de la Palma (Santa Cruz de Tenerife) -antiguo templo del Convento Real y Grande de la Inmaculada Concepción- es la gigantesca lámina al cobre de la Familia Franciscana. Aunque es propiedad de la Venerable Orden Tercera, se hallaba colgada, hasta antes de la rehabilitación de esta iglesia seráfica hace unos años, en la llamada “Capilla de la Plata” (primera colateral del Evangelio) y conocida como “Capilla del Sagrario”.

De singular iconografía y excepcional tamaño, esta obra de arte fue grabada por el flamenco Peeter de Iode (1570-1634) y editada en Amberes (Antuerpiae) en el año 1626. La firma del dibujante y grabador se halla bajo la imagen de San Francisco: “Pe(roto) de Iode fecit et escudit”. El famoso artista fue probable alumno de Hendrick Golzius (Mühlbracht, 1558 - Haarlem, 1617) considerado el mejor grabador de los Países Bajos entre Lucas van Leyden y Peter Paul Rubens. Entre todas las imágenes que la forman, destaca el santo italiano de Asís, de pie, junto al tronco del árbol espiritual con sus doce compañeros, seis a cada lado y todos ellos arrodillados. En la copa del mismo y coronando la escena, aparece Virgen Inmaculada rodeada de un sol.

 

 

Según Pérez Morera, “consta la aprobación del arzobispo de Amberes, Johannes Maldervs, el 15 de abril de 1626, en una cartela situada bajo su escudo episcopal”. Esta ciudad europea se erigía como el gran centro editorial contrarreformista y el más importante del mundo entre 1450 y 1525. El prestigio adquirido por los grabadores flamencos era indiscutible en Europa por su poderosa imaginación y por la perfección clásica de las formas.

Lleva por título Epilogus totius Ordinis Seraphici P.S. Francisci, y sus medidas son 184 x 128 cm. El historiador palmero Jesús Pérez Morera nos informa también de que “su autor es fray Vidal de Alcira, alumno de la provincia de Valencia fallecido en el año 1654”. Por aquel entonces, era Gobernadora de los Países Bajos españoles (1621-1633) la infanta Isabel Clara Eugenia (Segovia, 1566 - Bruselas, 1633), que figura representada en un lugar visible de esta lámina. Había sido previamente Soberana de los Países Bajos (1598-1621). Fue la hija más querida de Felipe II de España y sus biógrafos cuentan de ella que era la única a la que le estaba permitido ayudar al monarca en su trabajo, revisando y traduciendo documentos del italiano al castellano.

 

 

Esta enorme composición está constituida por 12 extensas láminas. Cada una mide 46 x 42 cm. Están pegadas con cola a un lienzo estirado por un bastidor y organizadas a modo de rompecabezas: cuatro en vertical y tres en horizontal. Al fondo se divisa una iglesia y un crucero de piedra sobre una colina, “en un paisaje de sabor flamenco”. De Sollana informaba de que “la obra fue realizada bajo el mecenazgo de Juan de Montoya, quien la dedicó a los capuchinos, y estaba a la venta en casa de Poilly, rue St. Jacques à l’Esperance, en París”.

Sus más de 800 personajes se distribuyen, por familias y reformas, y en orden cronológico y jerárquico, sobre 13 ramas dobles y simétricas que forman el árbol espiritual de la orden seráfica. De nuevo, Jesús Pérez Morera confirma que “ejemplares similares se conservan en la Biblioteca Real de Bruselas, en el Museo Franciscano de Roma y otro muy deteriorado en el Convento de capuchinas de Palma de Mallorca”.

 

 

Absolutamente todas las figuras aparecen con sus respectivos letreros, además de 6 grandes cartelas, de forma elíptica, que muestran textos explicativos y están colocadas en la zona inferior de la ilustración, “separadas por cabezas de querubines y motivos de estirpe manierista, tomados del grutesco”.

Con motivo del V Centenario de la Fundación del Real Convento de la Inmaculada, este valioso grabado -llamado Epílogo de todas las Órdenes del Seráfico San Francisco- se ha restaurado junto con otro lienzo de la V.O.T., llamada hoy Orden Franciscana Seglar, cuyo título es Las Llagas de San Francisco.

Ambas obras, magníficas, han podido ser admiradas en todo su esplendor desde mediados de noviembre del año 2008 en una exposición conmemorativa en las antiguas dependencias del monasterio

 

 

FUENTES: DE SOLLANA, E. «Del árbol seráfico», Miscellanea Melchor de Pobladura, Institutum Historicum O.F.M.CAP., vol. I, Roma, 1964; PÉREZ MORERA, Jesús. Magna Palmensis. Retrato de una Ciudad, CajaCanarias, 2000; - Idem. «Un Cristo de caña de maíz y otras obras americanas y flamencas», Anuario del Instituto de Estudios Atlánticos, La Laguna (Santa Cruz de Tenerife), 1999; - Idem. «El árbol genealógico de las órdenes franciscanas y dominicas en el arte virreinal», Anales Museo de América, 1996.

 

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