Es la joya rococó más desconocida de la ciudad de Cádiz. Se trata de un pequeño oratorio levantado a mediados del siglo XVIII que nunca ha estado abierto al público, solo al servicio del Hospital de San Juan de Dios y a aquellas personas cercanas a la Hermandad de la Santa Caridad.

Todo el ámbito de esta capilla gaditana está profusamente decorado a base de rocallas realizadas en madera dorada, espejos y pinturas. El retablo, realizado en 1752, es del mismo estilo. El conjunto posee un excelente zócalo de azulejos holandeses fechados en 1775 y firmados por J. A. Almis de Rotterdam, que representa a miembros de distintas órdenes religiosas, enmarcados por grandes rocallas.

En la escalera de oratorio se conservan otros azulejos de origen holandés, con diversas escenas de países, también del siglo XVIII. El 10 de agosto se realizarán por primera vez visitas guiadas al público. Disponen de más información al respecto en el siguiente enlace: http://nocheblanca13.wordpress.com