UN TONDO MARIANO DE DIEGO DE SILOÉ EN LA CATEDRAL DE BURGOS

05/01/2020


 

 

Este bello tondo realizado en alabastro hacia 1520, en el que aún se aprecian restos de su policromía original, de especial calidad y refinamiento, pertenece al tesoro de la capilla del Condestable de la Catedral de Burgos, templo principal de la diócesis burgalesa que la ha elegido como Pieza del Mes de Enero.

La iconografía de este modelo de Virgen con el Niño en bajorrelieve, representando tres partes del cuerpo, es de origen florentino. Las cabezas de los querubines y los vestidos ceñidos con cinturones o sujetos con broches guardan un cierto paralelismo con la escultura italiana del Renacimiento, con la diferencia de que los relieves españoles están realizados siempre en alabastro en lugar del mármol que usan los italianos y son siempre de forma oval. La influencia flamenca de estos relieves españoles la podemos hallar en el gesto del Niño, acariciando la barbilla de María, actitud que se repite en casi todas estas obras.

Se conoce un amplio grupo de relieves de similares características iconográficas y cronológicas, distribuidos por colecciones y museos de Europa y América, que se denominan de la "Escuela de Burgos", cuya autoría o dependencia de Diego de Siloé no ofrece dudas. El que nos ocupa se halla en un excelente estado de conservación y destaca por la delicadeza de los rasgos y el expresivo lirismo amoroso entre Madre e Hijo.

El tondo es una composición pictórica o escultural que se realiza en forma circular y no rectangular como es tradicional. El término proviene del italiano "rotondo", que significa redondo. El tondo fue creado en la antigüedad clásica, abundando en la cerámica griega de figuras rojas. Los crismones son también tondos que existieron desde los primeros siglos del cristianismo, algunos de gran belleza como los que adornan las paredes del mausoleo de Gala Placidia o el crismón trinitario de Albenga. Pero fue durante el Renacimiento cuando conoció su mayor apogeo, en alza desde que los pintores italianos lo reintrodujeron, al redescubrir sobre todo la llamada "imago clipeata" romana. Esta forma circular proporcionó posibilidades para realizar obras de gran belleza y armonía. Andrea della Robbia y otros miembros de su familia crearon tondos de terracota vítrea, que con frecuencia estaban enmarcados dentro de una corona de frutas y hojas y que se empotraban en paredes previamente estucadas. El tondo se puso de moda en Florencia en el siglo XV con Sandro Botticelli, quien pintó varias Madonnas como la famosa "Madonna della Melagrana" y la "Virgen del Magnificat" y también escenas narrativas. Miguel Ángel empleó tondos en varias composiciones pintadas y esculpidas como la "Sagrada Familia" o el "Tondo Pitti", obra realizada en mármol en 1505. El círculo remite a la idea de perfección.

Este tondo mariano se halla enmarcado en una caja de madera de nogal en cuyo reverso aparece la siguiente inscripción: "Esta imagen dio a esta su capilla el Illmo S Do Pero Fernandez de Velasco cuarto Codestable de Castilla de los de su linage Duque de Frías Code de Aro". En el inventario de 1542 se describe como "una imagen de Nuestra Señora con su Niño, de alabastro". Con posterioridad se añadió: "Dióla el Ilmo. Sr. D. Pedro Fernández de Velasco, nieto de los Fundadores". Idéntica referencia se hace en el inventario de 1548. Una descripción más precisa aparece en los inventarios de 1585: en el de febrero se alude a "una imagen de bulto de marfil, rica con una peana de bronce dorada. En su caja dentro de una caja de nogal". En el de marzo del mismo año se afirma: "una imagen de bulto de Nuestra Señora con el Niño en los brazos, de marfil con una rica peana de bronce dorada en su caja de nogal" y añade: "digo alabastro o mármol". A partir de 1636, en todos los inventarios se especifica: "con pie triangulado de bronce dorado con las Armas de sus Excelencias".

Diego de Siloé a su regreso de Italia en 1519 introduce los temas maternales en sus primeras obras burgalesas. En la Catedral de Burgos realiza también el relieve de la Caridad en el sepulcro del obispo Luis de Acuña y en el claustro el medallón central del monumento funerario del canónigo Diego de Santander (imagen inferior).

El escudo de armas del Condestable, rodeado del toisón de oro en la peana triangulada, nos indica que perteneció al tercer Condestable de Castilla, el duque D. Íñigo Fernández de Velasco y Mendoza, que ingresó en la Orden del Toisón de Oro en 1518, en el capítulo que se celebró en Barcelona presidido por el emperador Carlos I, y que fue donado a la Catedral de Burgos por su hijo. Al respecto, conviene señalar que la concesión del toisón no es hereditaria. La Orden del Toisón de Oro fue creada por Felipe III el Bueno, duque de Borgoña, en 1430, con motivo de su matrimonio con su tercera esposa Isabel de Portugal.

 

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com