EL NAZARENO DE MARIANO BENLLIURE PARA CREVILLENT (ALICANTE)

Sergio Lledó Mas (15/11/2012)


 

 

La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, tallada por Mariano Benlliure en el año 1944, es la primera obra realizada por el escultor valenciano para Crevillent (Alicante). Fue adquirida por un grupo de vecinos del denominado Barrio Antiguo gracias a los contactos del industrial crevillentino José Manuel Magro Espinosa. Tuvo un coste de 30.000 pesetas. El propio artista también contribuyó entregando la cantidad de 5.000 ptas.

La talla de Benlliure sustituyó a dos imágenes que participaron con la advocación de Jesús Nazareno: una primera, atribuida tradicionalmente a Francisco Salzillo y destruida en la Guerra Civil, y una segunda del murciano Anastasio Martínez que no gustó a los cofrades. Ambas obras eran un claro ejemplo de la estética barroca murciana: poseían un marcado gesto dramático, llevaban postizos como la peluca de pelo natural, y mostraban a un Cristo encorvado por el peso del madero.

La imagen de Benlliure representa el momento de la Pasión en que Jesús se dirige al Calvario cargando con su pesada cruz. Se muestra solitario, con una mirada dulce y piadosa que se pierde en el infinito, pero al mismo tiempo cargada de gran expresividad. Resulta un claro ejemplo del modelo iconográfico que repetirá durante los últimos años de su vida, con patrones como el Cristo del monumento funerario de la Familia Falla y Bonet en el cementerio de La Habana (1934) o el Sagrado Corazón de Jesús de la Catedral de Cádiz. Todas ellas piezas estilizadas de claros rasgos semitas que destacan por un excelente trato anatómico.

 

 

El Nazareno de Crevillent es una imagen de talla completa realizada en madera de pino de Flandes, aunque se halla sobrevestida con tunica de color morado. Se caracteriza también por llevar el hombro derecho descubierto, así como por estar exornada con un nimbo que realiza la función de espejo, detalle que Benlliure ya utiliza en otras ocasiones, caso del grupo escultórico Redención de Zamora (1931).

La imagen participa cada Miércoles y Viernes Santo en las procesiones de la Semana Santa crevillentina, destacando en una de sus tradiciones más arraigadas, ya que junto a las imágenes de la Dolorosa (1946, labrada también por Benlliure), la Santa Mujer Verónica (Carlos Monteverde, 1955) y San Juan Evangelista (Juan García Yúdez, 1961), participa en la llamada Ceremonia de los Tres Abrazos. En ella mueve el brazo derecho que tiene articulado para impartir la bendición sobre los crevillentinos.

Se cuenta la anécdota que, cuando la imagen del Nazareno llegó a Crevillent, en principio tampoco gustó a una población acostumbrada a un tipo barroco de mayor expresividad y dramatismo. Ante ello, Benlliure explicó que, debido a que la imagen participaba en el encuentro con la Dolorosa, no demostraría el Hijo dolor para no preocupar a su Madre. El escultor valenciano mostró así a un Varón bastante erguido, con escasas alusiones al sufrimiento corporal, que deja vislumbrar la divinidad a través de su expresión y su mirada.

 

 

Fotografías de Francisco Berenguer Macía

 

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