UN SAN JUAN BAUTISTA DE JUAN MARTÍNEZ MONTAÑÉS EN NUEVA YORK

05/11/2006


 

 

La imagen mide 155 cm de altura, se halla realizada en madera policromada y actualmente forma parte de la colección permanente del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (MET). Según el historiador José Hernández Díaz en su publicación sobre el escultor e imaginero de Alcalá la Real (Jaén), es una obra magistral de Juan Martínez Montañés y la fecha en torno al año 1608, en un momento inmediatamente anterior a la ejecución del retablo mayor del monasterio sevillano de San Isidoro del Campo (1).

Esta talla de San Juan Bautista procedería de un espléndido retablo situado en la nave de la epístola del desaparecido convento sevillano de la Concepción de San Miguel, de madres concepcionistas franciscanas, que según la historiadora María Luisa Fraga Iribarne se hallaba en la calle del mismo nombre, que hoy en día se llama simplemente de San Miguel, y quedó oficialmente extinguido el 21 de abril de 1837 (2).

Responde a la iconografía popular del precursor de Jesús en el desierto, donde se retiró a fortalecer su espíritu para la práctica de la predicación y el bautismo. Carente del típico banderín y el cordero que simboliza a Cristo y su sacrificio, muestra analogías con otras creaciones montañesinas sobre el tema en Sevilla, caso de la que se guarda actualmente en la Iglesia de la Anunciación (procedente del extinto Convento del Socorro), la del citado retablo mayor de San Isidoro del Campo (Santiponce) o la del Monasterio de Santa Paula.

Dadas sus características formales, no descartamos que en la ejecución de la talla, ataviada con los habituales ropajes humildes de piel de carnero como señal de desprendimiento del santo ante la conversión, intervinieran discípulos de Martínez Montañés bajo las directrices impuestas por el maestro, tal y como ocurriera con el San Juan Bautista con retablo propio en el convento sevillano de Santa Clara.

Es probable también que la hipotética colaboración correspondiera a Juan de Mesa o Francisco de Ocampo, sus dos discípulos más aventajados. El primero intervino en la ejecución del San Juan Bautista del Monasterio de San Leandro (Sevilla), y ambos tomaron parte, a partir de 1609, en la realización de varias piezas pertenecientes al retablo mayor de San Isidoro del Campo, considerado la obra cumbre de Martínez Montañés.

 

BIBLIOGRAFÍA

(1) HERNÁNDEZ DÍAZ, José. Juan Martínez Montañés, Ediciones Guadalquivir, Sevilla, 1987, pp. 255-62.

(2) FRAGA IRIBARNE, María Luisa. Conventos femeninos desaparecidos. Sevilla - Siglo XIX, Ediciones Guadalquivir, Sevilla, 1993, pp. 91-97.

 

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