La presencia de artistas y creadores contemporáneos en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) a través de intervenciones o presentaciones puntuales forma parte de las líneas de trabajo del MNAC.

La mirada de los artistas aporta visiones nuevas, revela ideas y abre puertas que antes permanecían cerradas y que permiten avanzar en la construcción de relatos que el MNAC se propone, sin dejar de situar a la colección en el centro de toda su actividad museística. De hecho, todos los artistas han trabajado siempre partiendo de la tradición anterior y, en este sentido, el trabajo del MNAC con los creadores contemporáneos tiene que producir diálogos y revisiones críticas de la colección.

La revisión de la tradición artística del país, y más concretamente del barroco, es uno de los retos pendientes que se plantea el MNAC. En este contexto, un trabajo como el del artista Perejaume (nacido Pere Jaume Borrell en Sant Pol de Mar, Barcelona, 1957) en la exposición Maniobra de Perejaume comienza a poner las bases de la revisión que sobre este periodo el MNAC acometerá en un futuro.

Maniobra de Perejaume reúne cerca de 130 piezas: pinturas, dibujos, esculturas, pero también objetos prácticos, textos literarios, documentos meteorológicos, estampas y juegos populares. Este trabajo invita al visitante a establecer una síntesis fértil y libre entre materiales bastante heterogéneos, dejando de lado la jerarquía estricta de valores que suele favorecer el mercado.

Programada en el marco de las actividades del Tricentenario de 1714, Maniobra de Perejaume propone una mirada transversal sobre la creación artística catalana y la idea de un posible hilo conductor invisible que la haga reconocible a lo largo de los siglos. Podrá verse en el MNAC hasta el 11 de enero de 2015.

Esta es una exposición de emparejamientos de obras que desvelan un bajocampo persistente y discreto, con una especial atención hacia las formas ovaladas, de origen tubular, bulboso, astronómico o corporal.

Las obras, desprotegidas de marco para tratar de establecer relaciones entre ellas en una frase larga que recuerda la escritura ensayística, se tocan entre ellas y el tacto es un elemento central de la muestra Maniobra de Perejaume, que arranca con la serie de Ejercicios de Tacto (1962) que hizo Joan Miró en las clases de Francesc d'Assís Galí, una serie de dibujos que se exponen por vez primera.

El pasado año 2013 Perejaume publica un ensayo que relaciona barroco y vanguardia titulado Mareperlers i Ovaladors. Este libro de coleccionista contiene textos e imágenes en los que se presta una atención especial a las formas ovaladas o elípticas, tan presentes en la retablística del XVIII, como en las frutas y semillas, o como en la obra de Antoni Gaudí, Salvador Dalí o Antoni Tàpies, entre otros.

A raíz de dicho ensayo el MNAC invitó a Perejaume a realizar un proyecto expositivo. Maniobra de Perajaume es, por tanto, una continuación de Mareperlers i Ovaladors, del que próximamente se presentará una edición económica con materiales de esta exposición.

Perejaume a menudo ha sido asociado a unas prácticas que incluyen la pintura, la escritura y la performatividad propia de las obras de arte desplazadas. Esta heterogeneidad de medios y maneras produce una dialéctica que trabaja a contrapelo de los vínculos entre el texto y la imagen, voz y cuerpo, habla y territorio, etcétera. Todo ello lo ha convertido en un autor de difícil clasificación que se acerca al perfil de un crítico de la cultura.