Esta Dolorosa, cuya advocación es Nuestra Señora de la Merced, fue realizada por el escultor torrevejense Víctor García Villalgordo en el verano de 2008 para la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Catral (Alicante). Labrada en madera de cedro y policromada al óleo con encarnaduras extremadamente pálidas y aceitunadas, muestra la mirada suplicante al cielo y las manos entrelazadas a la altura del pecho.

Fue concebida para seguir la tradicional iconografía de la Soledad de María Santísima, impuesta con el luto castellano de los Austrias a raíz de la famosa Soledad madrileña de la Victoria; una obra tallada por Gaspar de Becerra en el año 1565, que fue encargada por la Reina Isabel de Valois y vestida con los ropajes de doña María de la Cueva y Álvarez de Toledo, Condesa viuda de Ureña y Camarera Mayor de la Reina.

La presente obra sigue la magistral impronta del murciano Francisco Salzillo y sus seguidores en la iconografía de la "Mater Dolorosa": idealizada belleza y potente naturalismo, de dramatismo contenido y sin estridencias, de movimientos suaves pero expresivos y de facciones marcadamente levantinas; estilo sumamente mediterráneo con el que el artista, especializado en imaginería, dota a todas y cada una de sus obras.

La imagen de la Virgen de la Merced procesiona en dos ocasiones: la primera el Viernes de Dolores en solitario, en la llamada "Procesión de la Corona", por realizarse en ella el rezo de la Corona Dolorosa de María; y la segunda la noche de Lunes Santo en la conocida como "Procesión de los Escapularios", acompañando a la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, obra también realizada por Víctor García Villalgordo.