Hace unos meses analizábamos una serie de imágenes sevillanas, realizadas en un taller de escultores formados por Pedro Millán, y llamábamos al mismo "Grupo de la Tragedia" (1), puesto que todas las esculturas perecieron en los asaltos del bando republicano a las iglesias y parroquias españolas durante la Guerra Civil.

Nos lamentábamos de sólo conocerlas por fotografías e incluso, en el caso de la Virgen de Villasana de Mena (Burgos), ni siquiera había algún testimonio gráfico que nos permitiese saber su aspecto (2).

Sin embargo, con gran alborozo hemos descubierto seis imágenes que existen en la actualidad y reciben culto, sin duda pertenecientes a este mismo taller o a escultores formados en la misma órbita, y que por tanto permiten el mejor estudio de la labor del mismo.

Gracias a la labor infatigable del colega extremeño José Luis Mulero Larios y del fotógrafo Fernando Contreras Miranda, tuvimos conocimiento de cuatro de ellas y nos pusieron a nuestra disposición todo el material fotográfico existente (3). Las otras dos son obras que ya eran conocidas, una ya puesta en relación con la obra de Pedro Millán, aunque escasamente estudiada, y la otra fechada hasta ahora en el siglo XVIII.

Estas tallas se encuentran en las localidades de Chipiona (Cádiz), Belalcázar (Córdoba), Ribera del Fresno, Los Santos de Maimona, Almendralejo y Fuentedecantos (Badajoz).

Nuestra Señora de la Teja o de la Botija

Se venera en el Convento de Santa Clara de la Columna, de la localidad cordobesa de Belalcázar. Dicho convento fue fundado por doña Elvira de Zúñiga en el año 1476 para frailes franciscanos, que lo ceden a las clarisas en 1490 (4). Desgraciadamente el conjunto de retablos y resto de patrimonio mueble se pierde casi en su totalidad en 1936, conservándose sin embargo la imagen de la Virgen de la Teja, que se viene datando erróneamente en el siglo XVIII quizás por efecto del estofado que presenta en la actualidad.

Nuestra Señora de Gracia

Imagen de principios del siglo XVI que preside la parroquia de su nombre en Ribera del Fresno (Badajoz). Sabemos que el templo fue ampliado entre fines del siglo XV y principios del XVI, fecha que coincide con la datación de la imagen, por lo cual debió ser encargada en este plan de reformas para presidir la iglesia. En el siglo XVII se realiza un nuevo retablo mayor, pasando la imagen titular al mismo.

Virgen de los Ángeles

Se conserva en la parroquia homónima de Los Santos de Maimona (Badajoz). Poco estudiada, se fecha también entre fines del siglo XV o principios del XVI (5).

El esquema compositivo de todas ellas es similar al de la Virgen que se encontraba en la portada de la Parroquia de Nuestra Señora de Consolación de Cazalla de la Sierra (Sevilla):

Las imágenes se encuentran de pie, vestidas con una túnica que cae formando amplios pliegues en paralelo, y un manto sobre los hombros, cruzado delante de la cintura de izquierda a derecha del contemplador.

La mano derecha recoge graciosamente esta prenda con sus dedos largos y finos. Bajo este brazo el manto se vuelve a plegar, sosteniendo con el mismo al Niño Jesús que queda sentado sobre la mano de la Virgen.

Originalmente, las cuatro esculturas portaban sobre su cabeza una corona realizada en el mismo bloque; mutilada en la Virgen de Cazalla de la Sierra y en la de Ribera del Fresno, conservándose en la de la Teja y en la de los Ángeles de Los Santos de Maimona. La misma se compone de aro que se asienta sobre la testa, adornado con flores de lis.

Sin embargo, observamos también una serie de diferencias:

Las cabezas en Cazalla de la Sierra y Belalcázar están inclinadas hacia el Niño, mientras que las otras dos son totalmente frontales.

El peinado de las imágenes de Los Santos de Maimona y Ribera del Fresno es igual, apareciendo la cara alargada y carnosa, de boca pequeña y cerrada, con ojos abiertos y mirada frontal, enmarcada por dos amplias guedejas de pelo negro que cae en rizos en forma de S que se pierden bajo el manto. En el caso de Cazalla de la Sierra y Belalcázar, el cabello cae sobre esta prenda, si bien en la Virgen de la Teja tuvo que ser remodelado en el siglo XVIII, cuando tiene lugar la intervención que altera su aspecto original.

Las coronas, aunque realizadas con flores de lis, también ofrecen variaciones, siendo mucho más esbelta y elegante la de Belalcázar, bajo la cual y cubriendo la cabeza hay una toca, tal como ocurre en la imagen cazallera, cosa que no existe en las otras dos.

En cuanto a los mantos, en el caso de Cazalla de la Sierra y Belalcázar forman un plegado en diagonal, mientras que en Los Santos de Maimona y Ribera del Fresno caen de modo vertical y con ángulos bajo la cintura

Las túnicas también ofrecen diferencias, con el cuello redondeado en Belalcázar y Cazalla de la Sierra, y cuadrado en Los Santos de Maimona y Ribera del Fresno

Con respecto al Niño Jesús, en las imágenes de Ribera del Fresno y Los Santos de Maimona comparten su esquema compositivo con el de la desaparecida Virgen de las Nieves de Alanís (Sevilla), que analizamos en el anterior artículo: vestidos con una túnica que cae en pliegues paralelos sobre la espalda -los cuales se quiebran al sentarse- y cubre todo el cuerpecito, dejando sólo asomar los pies y las manos; piernas cruzadas, derecha bajo izquierda; la cual se estira y deja caer; brazos que rodean a la Virgen, quedando el derecho sobre el hombro materno, mientras que el izquierdo cruza en línea recta el pecho de la misma; en el caso de Belalcázar y Cazalla de la Sierra, las manos juegan con la túnica de la Virgen, asoman por completo la pierna derecha, sus rostros son rollizos y mofletudos y de mirada ensimismada, si bien el primero baja la cabeza para interactuar con el espectador, a diferencia del segundo que la tiene alzada mirando al cielo.

Nuestra Señora de la Granada y Virgen con el Niño

Relacionadas sin duda con este grupo y entre ellas mismas, están las imágenes de Nuestra Señora de la Granada (imagen superior izquierda) y la Virgen con el Niño (imagen superior derecha), la primera en la parroquia homónima de Fuentedecantos y la segunda en la de la Purísima Concepción de Almendralejo. Ambas imágenes siguen el esquema de las del "Grupo de la Tragedia", aunque modas posteriores las han alterado con nuevas encarnaduras y estofados, e incluso, en el caso de Almendralejo, la pérdida de las flores de lis de la corona. Son muy similares entre sí en rostros, manos, el arqueamiento que muestran hacia el lado derecho, y los ropajes, tanto de las imágenes marianas como las de los niños.

Virgen de la Rosa

Esta imagen se encuentra en la hornacina de la fachada principal de la Iglesia de Nuestra Señora de la O, del municipio gaditano de Chipiona. Requiere un análisis aparte, puesto que sigue de cerca el modelo de la Virgen del Pilar de la Catedral de Sevilla, realizada por Pedro Millán.

Al igual que en el icono catedralicio, aparece con la cabeza cubierta con amplia toca que tapa casi toda la frente y manto que se cruza de derecha a izquierda del contemplador, el cual cubre casi toda la túnica y cae en angulosos y abundantes pliegues. En la mano derecha, con gesto elegante y aristocrático, porta una rosa mientras con la izquierda sostiene a un Niño que sigue el modelo de los del "Grupo de la Tragedia", guardando más analogías con el de la Virgen de las Nieves de Alanís: en actitud sumamente infantil, juega con el manto de María, tirando con su mano izquierda del mismo en un gesto de llamada de atención hacia la Virgen, mientras que con la derecha sostiene el orbe, el cual queda asentado entre las piernas cruzadas.

Conclusiones

Nos encontramos ante obras de escultores formados en Sevilla que siguen la estética de Pedro Millán, si bien se van alejando del goticismo germánico propio del maestro para dejarse influir por la estética del siglo XVI.

Si en nuestro anterior artículo fijábamos la imagen de Cazalla de la Sierra como la pieza más antigua de todas, en el actual, una vez analizado el conjunto completo de imágenes destruidas y conservadas, la Virgen de la Rosa de Chipiona pasaría a ocupar ahora el primer lugar, puesto que las líneas de esta imagen son mucho más fieles a los postulados del maestro, así como mucho más arcaizantes que las del resto, pudiendo haberla realizado un discípulo del mencionado escultor.

Del otro taller compuesto por seguidores de Pedro Millán saldrían las imágenes de Cazalla de la Sierra y Belalcázar, que pertenecerían al mismo autor, así como las de los Santos de Maimona y Ribera del Fresno a otro que realizaría ambas, ya que en sus grafismos es evidente que se deben a la misma mano.

Por último, otro escultor influido por este modelo labraría las de Fuentedecantos y Almendralejo, siendo éstas, por el momento, las que creemos que son las más modernas, puesto que sus ropajes, a pesar de seguir los propios de este grupo, se acercan más a los que ya se realizan en la Sevilla del Renacimiento.