RESTAURACIÓN DEL CARRO TRIUNFAL (CARROZA PROCESIONAL) DE LA VIRGEN DEL HENAR

Javier Juárez (26/10/2021)


 

 
 

 

El pasado mes de septiembre, mes en el que tiene lugar la tradicional romería de Nuestra Señora del Henar, patrona de los resineros españoles, en la localidad castellana de Cuéllar (Segovia), se presentaba púbicamente su carroza procesional o carro triunfal tras los trabajos de restauración a los que se ha sometido en los últimos meses por la empresa Danmar Restauraciones.

Se trata de una carroza procesional que adopta el tipo de carro triunfal de estilo Imperio. Fue realizada en 1862 por Antonio Guadilla, ensamblador de Sepúlveda (Segovia), y pintada y dorada por el vallisoletano Narciso Duberges. Era empleada para las salidas procesionales de la Virgen del Henar -la imagen salía de su santuario, muy próximo a la provincia de Valladolid, portada en andas que se colocaban sobre la carroza, como sigue ocurriendo en la actualidad con una nueva carroza-, especialmente en las procesiones de su romería, hasta 1972, año en que tiene lugar la coronación canónica de la Virgen, el 25 de junio, aunque para aquella ocasión la imagen fue en una carroza distinta, con elementos carmelitanos, cedida por otra localidad.

La restauración de la carroza de la Virgen del Henar se encuadra en los actos que se están llevando a cabo en el santuario con motivo del Año Jubilar Henarense, que se desarrolla desde el 8 de agosto de 2021 al 18 de septiembre de 2022). Este año jubilar ha sido concedido por la Santa Sede, tanto por la conmemoración del IV centenario de la concesión de su fiesta el domingo más cercano a San Matero -por el pontífice Gregorio XV, el 9 de agosto de 1621-, como por el L aniversario de la coronación canónica (1972-2022).

La carroza presenta en el frente los cuatro seres o criaturas del Tetramorfos, descritos en el libro de Ezequiel (1, 4-10): "Vi un viento huracanado que venía del norte: una gran nube y un fuego zigzagueante con un resplandor en torno, y desde el centro del fuego como un resplandor de ámbar, y en el centro de todo la figura de cuatro seres vivientes. Este era su aspecto: tenían forma humana, con cuatro rostros y cuatro alas cada uno. Sus piernas eran rectas y las plantas de sus pies como las de un becerro. Brillaban como bronce bruñido. Debajo de las alas tenían manos humanas por los cuatro costados; los cuatro tenían rostros y alas. Sus alas se juntaban una a la otra. No se volvían al caminar; caminaban de frente. Su rostro tenía este aspecto: rostro de hombre y rostro de león por el lado derecho de los cuatro, rostro de toro por el lado izquierdo de los cuatro, rostro de águila los cuatro", y que luego serán relacionados con los evangelistas, Mateo (ángel), Marcos (león), Lucas (toro) y Juan (águila). Estas cuatro figuras, de bulto redondo y doradas, simulan tirar o guiar el carro triunfal.

 

 
 

 

La temática de los paneles laterales es eminentemente mariana. En uno de ellos se representa la legendaria aparición de la Virgen al pastor de Viloria del Henar (Valladolid), en la que María se muestra en una gloria sobre una fuente en alusión a la llamada "fuente del cirio", lugar de la mencionada aparición y donde se encontró oculta la imagen mariana con un cirio encendido. Al sacarla brotó un manantial, de cuyas aguas beben ovejas que bien podrían simbolizar las almas cristianas.

En el lateral opuesto de la carroza, inspirada según algunos expertos en la carroza del Corpus Christi que se conserva en la Catedral de Segovia, se muestra un conjunto de elementos que representan los símbolos marianos de las letanías lauretanas: palmera, cedro, torre, sol y estrella.

Respecto a la Virgen del Henar o Virgen de El Henar, se trata de una interesante talla románica del siglo XII realizada en madera de pino policromada. La Virgen aparece sentada sobre un rudimentario trono o banqueta, sin respaldo, mostrando un semblante grave, sereno, y una actitud de hieratismo mayestático. La talla exenta del Niño Jesús, muy parecida a la de la Madre en cuyo regazo se sienta, presenta la iconografía del pantocrátor bizantino: con una mano sostiene el libro cerrado de la nueva ley y con la otra bendice con tres dedos en postura frontal. Madre e Hijo forman un conjunto armonioso, esbelto, si se tiene en cuenta las tallas desproporcionadas de aquellos tiempos. El grupo fue restaurado entre 1968 y 1969 por el artista segoviano Ángel García Ayuso. En los últimos años ya no sale la imagen original de la Virgen sino una copia para evitar su deterioro.

La carroza, realizada en madera tallada y policromada, se encontraba en un estado de conservación lamentable ya que durante décadas estuvo en una antigua casa sobre suelo de tierra con vegetación y casi carente de techo, lo que propiciaba fuertes cambios de temperatura y humedad que causaron importantes daños en la pieza.

Antes de eso, durante su uso procesional la carroza también se vía sometida a otros factores que la causaban daños, como movimientos con ruedas de carro, golpes provocados por la multitud durante las procesiones, así como los niños que eran subidos a la carroza para acompañar a la Virgen.

 

 
 

 

En la intervención, como explican los profesionales de Danmar Restauraciones, se realizó, en primer lugar, un tratamiento preventivo antixilófagos y se consolidó la madera mediante inyecciones de resina, También se afianzó la estructura de la carroza con la sustitución de elementos carcomidos por unos nuevos, refuerzos internos, ajuste de piezas, la colocación de las puertas traseras, etcétera.

Asimismo, se revisó el funcionamiento del mecanismo de desplazamiento de la carroza, tratando todos los hierros que forman parte de él: llantas de las ruedas, amarres, rodamientos, bisagras, etcétera. Las pérdidas de talla y volumen que interferían en la visión global de la pieza, se reintegraron con madera y resina.

En cuanto a la policromía, se han fijado y asentado todas las zonas levantadas. Posteriormente, se eliminaron todos los repintes y purpurinas que cubrían la policromía original. Las zonas con pérdidas que distorsionaban la lectura de la obra se estucaron y se reintegraron. Por último, se aplicó una capa generalizada de barniz para proteger la pieza y dotarla del brillo apropiado.

La recuperación de este elemento patrimonial era una asignatura pendiente en el Santuario de Nuestra Señora del Henar desde hacía ya muchos años. No obstante, el futuro de esta carroza pasa por su musealización, quedando expuesta en las dependencias del santuario -actualmente está en el crucero de la iglesia, al lado del altar de San Antonio de Padua-, es decir, que no tendrá nuevamente la función procesional para la que fue creada, si bien la restauración ha comprendido la restitución de todos sus anclajes, incluso para permitir la colocación ocasional y excepcional de la imagen de la Virgen en la carroza.

La restauración ha sido financiada por la Junta de Castilla y León (Consejería de Cultura y Turismo), con un presupuesto de 16.177,70 euros cofinanciados con los fondos FEDER. El equipo de trabajo ha estado compuesto por Cristina Gómez González (dirección técnica), Sergio Pérez Martín (historiador del arte), María Victoria Postigos Llorente y Diana Martínez Sanz (restauradoras) y Miguel Ángel Tapia Palomo (tallista).

 


 

 
 

 

FUENTES

VELASCO BAYÓN, Balbino. "La Virgen del Henar y su santuario en la Villa de Cuéllar (Segovia)", en Actas del XX Simposium "Advocaciones Marianas de Gloria", San Lorenzo de El Escorial, Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas, 2012, pp. 559 y 566.

 

 
 

 

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