EL SANTUARIO DE LA ESPERANZA EN CALASPARRA (MURCIA)

Antonio José Egea López (17/01/2014)


 

 
 
Nuestra Señora de la Esperanza de Calasparra
(Fotografía de Jorge Belmonte)

 

Introducción

El Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza en la localidad de Calasparra (Murcia), ocupa un lugar único por su orografía, y por una venerada presencia mariana con el título y advocación de Esperanza, manifestada bajo la presentación de una doble imagen de la Virgen.

Las cuevas que conforman este abrigo rocoso han sido desde tiempo inmemorial amparo, sobre todo de pastores ante las inclemencias meteorológicas. En su interior albergan dos nacimientos de agua. Por este motivo, este lugar tuvo una primera denominación como Cuevas de la Fuensanta (Fuen = Fuente; santa = Santa).

Si bien ha sido un Santuario de grandes peregrinaciones y romerías desde su fundación, ha sido a partir del año 1940 cuando ha empezado a transformarse la frecuencia de las mismas. Así, cada fin de semana son sobre 1.500 los peregrinos que llegan al Santuario. Esto ha hecho que el entorno haya sido modificado transformando las construcciones para integrarlas en el abrigo rocoso natural.

Actualmente, el Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza, patrona de Calasparra, constituye una perfecta simbiosis entre la espiritualidad, la naturaleza, el turismo y el ocio. Destaca sobremanera el hecho de que, pese a las peregrinaciones de los fines de semana y de los grandes días, cada persona encuentra su espacio personal para poder tener una experiencia de intimidad con la imagen de la Virgen de la Esperanza. 

 

 
 
Arco de entrada al recinto principal del Santuario de la Esperanza
(Fotografía de la Fundación Santuario Nuestra Señora de la Esperanza de Calasparra)

 

La Fundación de la Ermita

Pocas noticias hay sobre la fundación de la primitiva ermita. La primera referencia es la de la visita de la Orden de San Juan de Jerusalén el 21 de abril de 1609, a cuya jurisdicción pertenecía Calasparra, y dice así:

 

Ermita de Nuestra señora de la Fuensanta, la cual fundó e hizo por devoción del licenciado Benítez de Munera Prior y Vicario de esta Villa, está con mucha decencia y devoción, y está bien reparada (1).

 

Esta fundación se realizó entre el 25 de junio de 1602, fecha de nombramiento de vicario de San Pedro Apóstol de Calasparra de Fray Alonso Benítez de Munera, y su muerte, ocurrida el 9 de abril de 1611 (2).

Desde un primer momento, hubo una clara conciencia para denominar al entorno como de la Fuensanta, y a la advocación mariana como de la Esperanza. Así lo atestigua la primera manda testamentaria, que es de Isabel del Campo y con fecha del 24 de agosto de 1614: "Item, mando se de a la Fuensanta, que es de la advocación de Nuestra Señora de Buena Esperanza, un real y se pague de mis bienes" (3).

 

 
 
Vista del Presbiterio de la Ermita. Interior de la Cueva
(Fotografía de Antonio José Egea López)

 

Las Imágenes de la Virgen (ver enlace)

Uno de los momentos más importantes para la historia del santuario es el del otorgamiento del testamento de la calasparreña Juana Sánchez el 19 de julio de 1617. En él dice así: "Item, mando que se de a la Ermita de la Fuensanta una imagen que yo tengo de madera de Nuestra Señora, rostro y manos de madera, con sus vestidos, la cual sirva en el Altar Mayor de la advocación de Nuestra Señora de la O o de la Esperanza, y de allí no se quite para siempre en manera alguna, porque así es mi voluntad" (4).

Sin duda, se trata de una imagen de vestir y se refiere a la de tamaño mayor de las dos que se veneran en la actualidad. Cabe destacar que esta imagen, hasta hace bastante menos de un siglo, ha permanecido con las dos manos juntas, en el pecho, en actitud orante, su corona había sido solo la imperial, y, su rostro había estado circundado por un rostrillo, como lo atestiguan los diferentes inventarios.

La imagen de tamaño menor, de origen desconocido hasta el momento, aparece por primera vez en el informe del Vicario Carreño en 1771, situada en el hueco del trono y le llama "la Imagen Aparecida".

Lo que sí ha quedado claro, tanto por los grabados, como por los inventarios conservados es que desde que se colocaron ambas imágenes en el mismo trono, no se han separado; exceptuando por la Contienda Nacional de 1936 y por el incendio sufrido en 1996.

Durante el pasado año 2013 han sido sometidas a un minucioso trabajo de restauración en los talleres "El Parteluz, Restauraciones y Rehabilitaciones, S.L.", en Hellín (Albacete), que además de devolver a su esplendor ambas imágenes ha arrojado importantes datos sobre su historia.

 

 
 
Nacimiento de agua en el interior de la Ermita, conocido como La Gota
(Fotografía de Antonio José Egea López)

 

La Primera Leyenda

La primera vez que se recoge en un documento la aparición de la Virgen en las cuevas que actualmente conforman la Ermita de Nuestra Señora de la Esperanza se redactó en el año 1730 por don José Villalba y Córcoles, prebendado de la Santa Iglesia Catedral de Cartagena, en su obra Pensil del Ave María. Historia Sagrada de las Imágenes de María Santísima (5). Dicho documento dice así:

 

Antigua tradición es, y de muchos años se tiene por sentado en esta noble Villa de Calasparra, haber sido aparecida la Santa Virgen María a un penitente (que en el sitio donde hoy está la Ermita, con ayunos y penitencias, reducía a la servidumbre del espíritu su indómita carne), y le dijo: que en aquel mismo lugar era muy de su gusto se le erigiese una ermita con el título y advocación de Esperanza y que de esto se diese noticia a la Villa. Gozosa dicha villa con tan soberano mandato, determinó edificar en el mismo lugar una ermita donde alcanzar las misericordias de Dios, que por este divino arcaduz les ofrecía. Era muy contingente a esta villa el sagrado amparo y refugio de esta Señora porque si fue este sitio (donde se fundó esta Villa) en algún tiempo refugio y amparo de forajidos y bandoleros, cuyas atrocidades impedían el paso de los caminantes, que temían sus hostilidades, ocultos estos bandidos en un intrincado bosque de Olmos y Parras, de donde tomó esta Villa la denominación de Calasparra, así convino que esta vid sacrosanta de María, hiciese su asiento en este País para desterrar tantos insultos y maldades y extender sus hermosos ramos para abrigar y amparar con ellos a los que se refugiaran debajo de su amparo, como lo hizo esta gran Reina desterrando a aquellos y amparando a estos.

Es causa de admiración el lugar donde se fabricó la Ermita. Está situada en la rivera del Río Segura. Un peñasco de excesiva altura le sirve de techumbre o tejado, y en un cóncavo que deja desocupado en su raíz, se venera esta Imagen sagrada. Es sitio tan capaz que además de iglesia hay sacristía, y dos salas para hospicio de los que van a velar. Hay también mansión para el asistente sin faltarles estancia a los brutos, siendo para todos esta muy capaz la caverna. No es la primera tosca gruta que con su presencia ha santificado la Madre de Misericordia.

 

 
 
Uno de los últimos ofrecimientos de velarse en vida. Año 1960
(Fotografía de Calasparreando)

 

Los Exvotos

Continuando con la leyenda de Villalba y Córcoles, la misma dice también así:

 

"Infinitos son los milagros que esta Señora hace pues es el único refugio de los vecinos de Calasparra y de todos los pueblos comarcanos, pues en esta Santa Imagen hayan todos el consuelo en sus necesidades. Bien lo manifiestan y dan testimonio de esta verdad las presentallas que penden en las paredes de la Ermita. Allí se ven cabezas, piernas, brazos y otras hechuras de cera señales que nos aseguran que esta divina Señora es el alivio de todo género de enfermedades".

 

Los exvotos, por tanto, han estado siempre presentes en la historia de la devoción a Nuestra Señora de la Esperanza. Actualmente hay una sala dedicada solo a los que son de cera, de todas las partes del cuerpo. Además también se conservan otros de oro y plata. Junto a los exvotos hay que destacar el rico tesoro que posee este santuario, procedente de las donaciones de particulares que realizan ofrendas en metales preciosos.

También cabe resaltar los ofrecimientos que no son de carácter material y que se realizan a Nuestra Señora de la Esperanza, como son el caminar descalzo, especialmente en las romerías; el entrar de rodillas desde el arco del santuario hasta el altar, y otras formas que desaparecieron en la década de los 60 del pasado siglo XX, como es hacerse velar en vida y que aparece en la leyenda recogida por Villalba y Córcoles.

 

 
 
Entrando de rodillas hasta el Altar del Santuario
(Fotografía de Calasparreando)

 

El Año de la Esperanza

Con el inicio del Adviento, el pasado 1 de diciembre de 2013, se ha iniciado el Año de la Esperanza. Esta iniciativa ha venido de la mano del obispo diocesano, don José Manuel Lorca Planes, que a través de su plan pastoral para este curso, ha invitado a toda la Diócesis a peregrinar a este santuario:

 

Como nos tomamos en serio el testamento de Cristo crucificado, que nos ha dejado la gran herencia de la Santísima Virgen María como Madre nuestra, acudimos a ella para ser acogidos bajo su manto de misericordia y gozar de su solicitud materna. Ella modela nuestro corazón en la fidelidad a Dios y nos protege de los peligros, de los cansancios y desánimos. La Madre permanece junto a nosotros al pie de nuestras cruces para darnos la fortaleza de la fidelidad. ¡Vayamos a María en este curso! ¡Peregrinemos al Santuario de la Virgen de la Esperanza en Calasparra, al encuentro de la Madre de Dios y Madre nuestra, modelo de fe, esperanza, y caridad!

Una posible actividad para las parroquias, asociaciones y movimientos sería la programación de un tiempo de formación con la mirada puesta en la Santísima Virgen y, que este tiempo culminara yendo a venerar la bendita imagen de la Virgen de la Esperanza, rezando allí el rosario por estas intenciones:
Primer misterio por las familias.
Segundo misterio por la juventud.
Tercer misterio por las vocaciones religiosas y al sacerdocio.
Cuarto misterio por los enfermos, ancianos y necesitados.
Quinto misterio por las intenciones del Santo Padre.

 

En este sentido, y para atender a todos los peregrinos, habrá todos los sábados y domingos, a las 13:00 horas, Santa Misa; los domingos, a las 12:00 horas, Santo Rosario con una reproducción de Nuestra Señora de la Esperanza por la Explanada Principal del Santuario, y todos los domingos, al terminar la Santa Misa, se abrirá el camarín de la Virgen para imponer el manto de Nuestra Señora de la Esperanza a todos los peregrinos.

 

 
 
Cartel del Año de la Esperanza

 


 

BIBLIOGRAFÍA

(1) Culto Público y Devoción Privada. La Religiosidad Popular en Calasparra, Marcial García García, Real Academia Alfonso X el Sabio e Ilustrísimo Ayuntamiento de Calasparra, Calasparra, abril de 2008.

(2) Abula. Libro I. Historia Perdida. Historia Recuperada, José Juan Moya Martínez, Calasparra, 2008.

(3) Archivo Municipal de Calasparra, Protocolos Notariales, Caja 7, Legajo 3, folio 55ss.

(4) AMC, Protocolos Notariales, Caja 7, Legajo 3, Folio 141ss.

(5) Archivo Municipal de Murcia. Biblioteca.

 

Nota de La Hornacina: Antonio José Egea López es Presidente de la Fundación
Santuario Nuestra Señora de la Esperanza en Calasparra (Murcia).

 

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