GASPAR BECERRA REPRODUCIDO POR LUISA ROLDÁN

Con información de Patrick Lenaghan (14/09/2021)


 

 

En 2018, el Detroit Institute of Arts (DIA) adquirió un fascinante relieve de terracota policromada de una de las mujeres artistas más importantes del mundo, la escultora española Luisa Roldán (Sevilla, 1652 - Madrid, 1706), conocida popularmente como La Roldana por ser discípula y colaboradora de su padre, el también imaginero Pedro Roldán. Aunque alcanzó fama en vida, hoy en día fuera de España siguen siendo pocas las personas que conocen el trabajo de Luisa, en parte porque solo varios museos de otros países poseen entre sus fondos ejemplos de su escultura, hecho que hace que la presente adquisición por parte del DIA sea aún más relevante.

Con esta pieza, titulada Virgen de la Soledad (38,1 x 26 cm, con el marco de madera 59,1 x 47 x 13,3 cm), Luisa Roldán reveló una vez más su perfección técnica y consumada maestría, firmando orgullosa la pieza con su título de escultora real (escultora de cámara) e incluyendo la fecha de 1705.

Esta terracota policromada al óleo representa a María en la iconografía conocida como Virgen de la Soledad o Nuestra Señora de la Soledad, de luto por la muerte de Cristo en la Cruz. Aunque en este caso, más que una representación de tipo iconográfico, hablamos del retrato de una célebre talla realizada por el pintor y escultor Gaspar Becerra en el siglo XVI para el convento de la Orden de los Mínimos de Nuestra Señora de la Victoria, ubicado en el corazón de Madrid junto a la Puerta del Sol. Los frailes habían fomentado cuidadosamente la devoción popular a la Soledad de Becerra, llegando a construirle una capilla independiente junto al cenobio.

 

 

Terminada en 1660, la capilla contó también con un nuevo retablo en el que la Virgen de la Soledad ocupaba el lugar principal, y allí fue donde la contempló Luisa Roldán durante su estancia en Madrid. La imagen permaneció en esta ubicación hasta 1836, cuando el gobierno español disolvió casi todos los monasterios en un proceso conocido como Desamortización. La capilla entonces desapareció y la Soledad de Becerra fue trasladada a otra iglesia madrileña, la Real Colegiata de San Isidro.

Por desgracia, el fuego incendió la colegiata en 1936, causando graves daños en su estructura y quedando destruidas casi todas las obras de arte que albergaba en su interior, entre ellas la Soledad de Becerra, por lo que la misma hoy solo se conoce a través de fotografías o piezas como la recientemente adquirida por el DIA.

Por tanto, al valor artístico de la Virgen de la Soledad de Luisa Roldán, magnífico ejemplo del talento de la escultora, hay que sumar el histórico, pues no solo supone un testimonio escultórico de la perdida Soledad de Becerra, sino del emplazamiento construido por los mínimos para su culto en el siglo XVII, desaparecido a raíz de la Desamortización, un siglo antes de la propia destrucción de la imagen en la Guerra Civil.

 

 

Asimismo, como reproducción en relieve de un famoso icono devocional, la obra del DIA se diferencia de la mayoría de las terracotas conocidas de Luisa Roldán, formadas por grupos de figuras que representan escenas religiosas sobre la vida de Cristo, de María o de varios santos. Un ejemplo parecido lo encontramos en el pequeño relieve en terracota sin policromar de la Virgen de Atocha, también de Madrid, comprado por el Estado español en 2017 para el Museo Nacional de Escultura (Valladolid) y procedente del mercado del arte. Dicha obra representa a la popular imagen mariana de Atocha, conservada afortunadamente, enmarcada por múltiples cabezas de querubines, inspirándose la escultora en un grabado de cara a su ejecución.

Un minucioso estudio de la Virgen de la Soledad, procedente de la colección madrileña del Conde de Adanero antes de formar parte del mercado del arte, donde fue adquirida por el DIA, revela numerosos detalles sobre los métodos de Luisa Roldán como escultora, mientras que una revisión de la misma dentro de su notable trayectoria subraya que posee un lugar distintivo en la producción de la artista.

Finalmente, la historia religiosa y el contexto de la venerada imagen mariana que copia, sugieren cómo podría haber visto a la Soledad de Gaspar Becerra, en su capilla edificada por la Orden Mínima, una audiencia contemporánea, lo que, como hemos apuntado, confiere a este relieve un valor testimonial añadido.

 


 

FUENTES

LENAGHAN, Patrick. "Luisa Roldán’s Virgin of Solitude (Virgen de la Soledad): Art and Religion in Madrid", en Bulletin of the Detroit Institute of Arts, vol. 94, nº 1, 2020, pp. 54-73.

 

 

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