UNA PROBABLE OBRA DE LUIS SALVADOR CARMONA EN COLOMBIA

Jesús Andrés Aponte Pareja (04/09/2013)


 

 

 

Como es bien conocido, durante el periodo colonial, la mayor parte de las obras artísticas enviadas a las colonias españolas de ultramar provenían de los focos artísticos andaluces; no obstante, algunas pocas obras salidas de talleres de otros puntos de la Península Ibérica y de otros países europeos serían de igual forma canalizadas hacia las colonias a través de los puertos andaluces. Este parece ser el caso de un simulacro en madera de San Francisco de Asís conservado en la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción de Cajicá, un municipio localizado a pocos kilómetros de la capital colombiana.

La magnífica escultura en mención remite sobradamente en todos sus detalles compositivos y morfológicos a la mano del prestigioso escultor vallisoletano Luis Salvador Carmona (1709-1767), considerado por algunos críticos como el más sobresaliente de todos los escultores españoles del siglo XVIII. Como académico es de igual forma destacable su participación en la fundación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en el año 1752, institución en la que ocuparía el cargo de Teniente Director en la sección de Escultura.

Dotado de un extraordinario talento que le permitió asimilar las diversas influencias de escultores españoles y extranjeros que le precedieron, Luis Salvador Carmona desarrolló un estilo de gran personalidad en sus obras; caracterizadas todas ellas por formas dinámicas de gran realismo en sus detalles anatómicos y por rostros de gran fuerza expresiva y honda sensibilidad. Aunque puede catalogarse su obra de barroca tardía, el artista muestra en su última etapa creativa una leve influencia neoclásica.

Su bien merecida fama le permitió rodearse de la más selecta clientela, la cual iba desde la misma Corte y la nobleza española, hasta congregaciones religiosas, parroquias y cofradías, permitiéndose por esta causa mantener activo un enorme taller en Madrid desde donde sus enseñanzas e influencias se irradiaron a través de sus colaboradores y discípulos, entre los cuales destaca su sobrino José Salvador Carmona.

 

 

 

Regresando a la escultura de San Francisco de Asís de Cajicá, observamos en ella, como dijimos, suficientes elementos formales y compositivos que nos permiten relacionarla muy de cerca con tan ilustre escultor. Es de tamaño natural y se encuentra de pie, vestida con túnica y capa corta que deja ver los pies calzados con sandalias. La cabeza está dirigida hacia lo alto, con la mirada angustiada y suplicante.

La imagen presenta los brazos abiertos, dejando ver la magnífica talla de los antebrazos y las manos, con las cuales sostiene actualmente atributos que no son los que originalmente pudo haber portado. En los pliegues quebrados y delgados de su vestidura advertimos la característica tan personal de Luis Salvador Carmona a la hora de tratar los paños como si fueran telas encoladas.

La expresiva cabeza de esta escultura muestra un tipo humano muy común en obras conocidas del autor, presentando similar resolución en sus detalles formales; como la boca entreabierta que muestra los dientes tallados, cejas arqueadas, venas hinchadas en las sienes, pómulos prominentes y entrecejo fruncido.

Podemos relacionar de cerca esta obra, entre otras muchas de Luis Salvador Carmona, con la cabeza del San Francisco que se conserva en el Museo de León y, más aún, con aquella del demonio (imagen superior izquierda) que hace grupo con la figura del Arcángel San Miguel de la Iglesia de Santa Marina del municipio guipuzcoano de Bergara, obras estas últimas realizadas en torno al año 1739.

 

 

 

Por otro lado, está el hecho de que Luis Salvador Carmona profería gran devoción a San Francisco de Asís, hasta el punto de hacerse enterrar con el hábito franciscano y ser la iconografía del santo seráfico una de sus preferidas, así como de las más representadas por el escultor.

Desafortunadamente de esta, hasta ahora, desconocida escultura de San Francisco de Asís que presentamos en La Hornacina, no se conoce nada de su historia. Ni siquiera los encargados del templo parroquial donde recibe culto poseen datos que pueden encaminarnos en el esclarecimiento de su llegada a estas tierras, siendo muy probable que llegase al primitivo templo en época colonial.

Lamentablemente, la mayor parte de las sencillas pero dignas y representativas iglesias coloniales del altiplano cundiboyacense sucumbieron a la insensible mentalidad de fieles y religiosos durante finales del siglo XIX y la primera mitad del XX, habiendo sido transformadas en enormes y eclécticos templos de poco o ningún valor arquitectónico, con la nefasta consecuencia de la pérdida de su patrimonio mueble original.

El antiguo templo de la Concepción de Cajicá no escapó a tan desagradable tendencia, poseyendo hoy poquísimos vestigios de su glorioso pasado colonial. En su interior podemos ver, mezclada con algunas imágenes modernas de ningún valor artístico, a la magnífica imagen de San Francisco de Asís; la cual, de confirmarse documentalmente nuestra hipótesis sobre su filiación al escultor Luis Salvador Carmona, sería hasta ahora, la única imagen conocida del genial escultor español en toda América.

 


 

BIBLIOGRAFÍA

MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José. Escultura Barroca en España, 1600-1770, Cátedra. Madrid. 1983.

GARCIA GAINZA, María Concepción. Luis Salvador Carmona en San Fermín de los Navarros, Real Congregación de San Fermín de los Navarros, I.G. Gastuera, Burlada, 1990.

FERNANDEZ SAORIN, Juan. Luis Salvador Carmona (1708-1767) un imaginero en la Corte del Rey (I), http://www.lahornacina.com/articulossalvadorcarmona.htm.

http://www.lahornacina.com/semblanzassalvadorcarmona.htm

URREA FERNANDEZ, Jesús, y ALBARRAN MARTIN, Virginia. Luis Salvador Carmona (1708-1767). Ayuntamiento de Nava del Rey (Valladolid), 2009.

 

Fotografía de Bergara de Yolanda Pérez Cruz para http://dondepiedad.blogspot.com.es

 

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