ATRIBUCIONES A FELIPE DE RIBAS EN CARTAYA (HUELVA)

Jesús López Alfonso


 

 
 
Imagen de la Virgen del Rosario destruida en 1936

 

La historia de la devoción a Nuestra Señora del Rosario en el municipio onubense de Cartaya viene marcada por tres imágenes marianas de la misma advocación, titulares de la hermandad que lleva su nombre. La Virgen del Rosario ostenta el patronazgo de la villa desde el año 1713.

Poco podemos decir de la primitiva imagen. Lo único que ha llegado a la actualidad para poder aportar datos en torno a la misma es la efigie del Niño Jesús que llevaba en sus brazos y el testimonio oral de los hermanos Corpas, que al hablarnos de la Capilla de la Virgen del Rosario nos dicen que la imagen "fue sustituida por ser muy pequeña" (1) y que la misma "ya existía en 1688" (2). Asimismo nos mencionan al padre Juan Gabriel de Contreras, quien trajo una nueva imagen (3) que fue la que se veneró hasta los asaltos de 1936.

Sin embargo, existe otra fuente que nos informa que la primitiva imagen fue pasto de las llamas en un incendio declarado en el altar levantado con motivo de su Novena. Se trata del llamado Libro Número Uno de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario, redactado por don José Jurado Vázquez en 1936. El archivo de la Hermandad y otros de sus enseres se guardaban en casa de la familia Macías López, y por temor a que se tomasen represalias contra ellos si había un registro en la casa por los agentes republicanos, decidieron destruir toda la documentación existente, pereciendo por tanto todos los testimonios escritos. Jurado Vázquez, antes de la quema, tomó los datos que creyó más importantes de manera manuscrita para que quedase constancia de los mismos, y entre ellos da cuenta del referido incendio que destruye la imagen primigenia (4).

Aunque no tengamos fecha exacta del suceso, podemos establecerlo en la segunda mitad del XVIII, puesto que el padre Juan Gabriel de Contreras fue párroco de la villa hasta su muerte en el año 1797, y es la persona que regala la segunda imagen. Respecto a la Virgen desaparecida, sólo nos dice que era una imagen de talla, pero al haberse conservado la figura del Niño Jesús, se confirma la información de que era de tamaño menor del natural y seguiría la iconografía tradicional de la Virgen con el Niño en brazos.

 

 
 
Niño Jesús de la imagen primitiva

 

El pequeño Jesús aparece sedente y desnudo, con la pierna izquierda cruzada sobre la derecha y la mirada dirigida al espectador. Los brazos están extendidos, lo que aporta gran dinamismo a la escultura, encontrándose la mano derecha en actitud de bendecir mientras con la izquierda cierra los dedos para sostener el rosario.

Las características formales de la obra nos remiten a los modelos sevillanos del siglo XVII; en concreto al taller de los hermanos Ribas (Felipe, Francisco Dionisio y Gaspar), en el cual Felipe era el que se ocupaba de las labores de escultura, y es en esta órbita en la que debemos situar la autoría del Niño. Posiblemente la imagen de la Madre podría ser del mismo autor, por lo cual su aspecto sería bastante parecido al de la también desaparecida Virgen de la Granada de Moguer (Huelva), obra segura del taller de los Ribas.

Tras este suceso, como ya hemos referido, el padre Contreras regala una nueva imagen de la Virgen (5) para que continúe el culto a la advocación del Rosario y con la idea de integrar en la misma el Niño de la anterior, idea que se desecha al comprobar que éste queda desproporcionado por su pequeño tamaño, así que el sacerdote adquiere otra imagen del Niño Jesús más acorde con la estatura con el nuevo simulacro mariano.

 

 
     
     
Imagen de la Virgen del Rosario destruida en 1936
 
Virgen de la Granada (Moguer) destruida en 1936

 

Las únicas fuentes con las que a día de hoy contamos para conocer el aspecto de esta segunda versión de la Virgen del Rosario son las fotografías que nos han llegado, por las cuales observamos una escultura de tamaño natural, en la que se representaba a la Virgen de pie, sosteniendo en su mano derecha el cetro así como un ramo de flores de talco, y en la izquierda al Niño que afortunadamente se salvó de la quema y sigue venerándose en la actualidad, formando grupo con en el nuevo simulacro mariano.

La posición de la cabeza era frontal, así como su mirada. El rostro poseía las cejas finas y arqueadas y la boca cerrada. Las facciones eran redondeadas, y el cuello aparece sin anatomizar, por lo cual pensamos que la misma se habría realizado en el siglo XVIII siguiendo los modelos de la escuela sevillana de imaginería, si bien se trataba de una imagen más devota que artística.

En 1936 ardía la Parroquia de San Pedro, en la cual, entre otras esculturas se encontraba la de la Virgen del Rosario, así como toda la documentación del archivo parroquial, por lo cual no tenemos ningún testimonio escrito sobre la llegada a Cartaya o la posible autoría de nuestra anterior titular.

Ante esta pérdida, la familia Martín Macías cede una imagen de la Virgen a la que la hermandad tributará culto hasta la adquisición de la actual, que se encarga a finales de 1938 al escultor e imaginero ayamontino Antonio León Ortega, quien siguió las trazas de la talla desaparecida; si bien, en el año 1940, es devuelta al taller del citado escultor para que retallase la zona de los ojos y la barbilla. El hecho de basarse en la anterior hace que continúe teniendo la posición frontal, si bien las facciones no se reproducen con total exactitud, mostrando unas facciones más dulces y redondeadas.

 

 
     
     
Actual imagen de la Virgen del Rosario con el Niño salvado de la destrucción de 1936

 

La pieza más interesante del grupo actual es sin duda la del Niño Jesús, que, como hemos comentado, se salvó afortunadamente de la bárbara destrucción de 1936. Se trata de una imagen que se encuentra de pie, en actitud itinerante, adelantando la pierna izquierda sobre la derecha, y haciendo un gracioso contraposto sobre la misma. Los brazos se encuentran extendidos; el izquierdo con la mano hacia el contemplador mientras que la mano derecha queda con los dedos semicerrados en actitud de sostener algún objeto, a día de hoy el rosario y, posiblemente, en su origen la cruz. La cabeza posee la cabellera peinada hacia su derecha, cayendo el pelo en graciosos bucles a la altura de las orejas. El rostro es realmente infantil, de expresión risueña, la mirada dirigida al espectador, las cejas arqueadas, y las mejillas redondeadas y sonrosadas, haciendo del mismo una imagen que, al tiempo que nos acerca a la humanidad de Cristo por la niñez y la dulzura de su aspecto, también nos lleva a su divinidad por su actitud acogedora, a la vez que majestuosa.

Por su esquema compositivo, vemos cómo originalmente se concibió para ser una escultura exenta con el fin de venerar de forma aislada al Niño Dios, cuya devoción e iconografía tuvieron gran desarrollo en el siglo XVII a raíz de la Contrarreforma. El culto a la Eucaristía y al Dulce Nombre de Jesús dio origen a la profusión de este tipo de imágenes (6), cuyo modelo fija el escultor Juan Martínez Montañés en el Niño realizado para la Hermandad del Sagrario de la Catedral de Sevilla (1606).

Sin embargo, será a partir de la aparición en el panorama escultórico sevillano del flamenco José de Arce, cuando se realice una renovación en las formas, y por ello, la iconografía del Niño Jesús también tendrá su propia evolución. Así, los modelados se suavizan, ofrecen menor profusión en los detalles y las composiciones serán más dinámicas. Estas nuevas maneras serán las que sigan los jóvenes escultores sevillanos, hasta entonces imbuidos en la estética montañesina, y en esta nueva corriente debemos situar a un seguidor de Arce: Felipe de Rivas, que realiza la primera escultura documentada de este tema que no sigue los postulados montañesinos: El Niño Jesús de la Parroquia de San Juan de la Palma de Sevilla, a la que seguirán otras como el conservado en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid o el del Museo de Bellas Artes de la capital hispalense. No podemos dejar de lado tampoco las versiones que realiza del tema de San Juan Bautista niño, como la que se encuentra en la referida parroquia sevillana de este mismo título y que hace pareja con el Divino Infante.

Las coincidencias en el esquema compositivo de las dos imágenes del Niño Jesús que posee la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de Cartaya con las obras arriba citadas, nos lleva a fijar la fecha de ejecución de ambos a mediados del siglo XVII, y su autoría en el círculo de José de Arce, concretamente en el taller de los hermanos Rivas, en el cual Felipe esculpía, Gaspar policromaba y Francisco Dionisio se dedicaba a la realización de los retablos.

Por todo ello, no creemos que sea casual que la imagen del Niño que hoy se venera junto con la escultura mariana pertenezca a esta autoría, puesto que lo más probable es que el padre Contreras lo adquiriese por su similitud con el primitivo en cuanto a las facciones redondeadas, modelado de la cabeza y dinamismo de los brazos. Por ello, sería más cercano a los fieles que continuarían en el mismo el recuerdo del simulacro perdido.

 


 

BIBLIOGRAFÍA

(1) Román Delgado, José, y otros: Datos Históricos sobre Cartaya, Edición Crítica de la Obra de los Hermanos corpas, editado por Ayuntamiento de Cartaya, 1993, página 96.

(2) Ibídem

(3) Ibídem

(4) Archivo de la Hermandad del Rosario de Cartaya: Libro Número Uno de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario, página 2

(5) Gabriel Curiel, Juan Francisco: Biografía del Venerable Sacerdote Don Juan Gabriel de Contreras, Presbítero de Cartaya, página 23, Editorial la Comercial, Cartaya, 1956.

(6) Romero Torres, Jose Luis: "Juan Martínez Montañés, The Infant Christ", en An Eye on Spanish Sculpture, 1550-1750, página 80, Mathiensen Fines Arts LTD, Londres, 2002.

(7) Ibídem, "Felipe de Rivas", página 96.

 

 
 
Detalle del Niño Jesús de la actual imagen de la Virgen del Rosario

 

Nota de La Hornacina: Jesús López Alfonso es Profesor de Historia y Arte. Varias de las fotografías son de Jesús López Alfonso, José Fernández García y la Fototeca del Laboratorio de Arte de la Universidad de Sevilla (US).

 

Semblanza Relacionada en este

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com