SAN MIGUEL ARCÁNGEL DE BREÑA ALTA (LA PALMA)

Texto y fotografías de José Guillermo Rodríguez Escudero


 

La efigie de San Miguel, Patrón de la Isla de La Palma, fue colocada el 29 de septiembre de 1705, día en el que se bendijo su ermita en Breña Alta. En los municipios palmeros de las Breñas se hallan dos imágenes del imaginero dominico fray Marcos Gil. Una de ellas es San José y el Niño, Patrón de Breña Baja, y la otra, esta imagen de San Miguel Triunfante, de la ermita homónima de Breña Alta, amén de otras en la capital palmera. Clementina Calero y Ana Quesada, informan también de que Fray Marcos “esculpió un «San José con el Niño» para el templo de Breña Alta, o el «San Juan Bautista» para el de Breña Baja (ambos en La Palma)”.

En palabras de Jesús Pérez Morera, las obras del grancanario Fray Marcos Gil “emanan espiritualidad y misticismo, a propósito para el fin para el que fueron creadas: mover a la devoción y a las cosas de Dios a través de sus santos, que encarnan los ideales contrarreformistas de la Iglesia Militante o la defensa armada de la Fe, en el caso miguelino”

En contraposición al Arcángel de la Iglesia del Ex-Convento de San Miguel de Las Victorias, hoy de Santo Domingo de Santa Cruz de La Palma (1703), el titular de la ermita de San Miguel de Breña Alta (según Martín Sánchez): “es aquí más bien un joven de rasgos más suaves y fácilmente menos rollizo, y sus facciones poseen ciertos rasgos femeninos, aspectos estos que lo diferencian del modelo analizado anteriormente, mucho más varonil y de acusado empaque barroco”. El pintor palmero, también escultor, Aurelio Carmona López (1826-1901), remodeló esta imagen del llamado “Príncipe de las Huestes Celestiales”.

Se trata de un modelo de iconografía muy frecuente en las Islas, y representado en América, pero prácticamente desconocido en la Península, surgido en el siglo XVII, “a la sombra de la contrarreforma”, prolongándose hasta el primer tercio del siguiente siglo. No llevan el diablo bajo sus pies, pero sí el escudo en su brazo izquierdo con la inscripción en latín “Quis sicut Deus” (Quién como Dios). Otros distintivos diferenciales son: el bastón sobre el que se apoya con su mano derecha, gran manto de cola, coraza y casco con plumachos.

A la bella imagen de San Miguel Triunfante de la ermita de Breña Alta -réplica de la que hizo para el Convento de Santo Domingo-, no se le conocía “hasta la fecha documento que acredite su autoría o taller, aunque en buena lógica pudiera tratarse de un artista local”. Estos apuntes se desprenden del trabajo que, sobre este templo, publicaron en 1997 Antonio Lorenzo y Nieves Rodríguez. En el libro de Miguel Ángel Martín Sánchez se lee: “los documentos no dicen nada sobre la procedencia, taller o autoría de la imagen, ni quién fue su donante”. Sin embargo, como hemos visto, Pérez Morera, ha atribuido a Fray Marcos su creación. 

Aquellos mismos autores describen así esta magnífica efigie del Patrón de La Palma: “representa la figura de un adolescente alado, de dulce expresión, y facciones casi femeninas, ataviado con ropas militares, fajín, capa y casco empenachado. En la mano derecha sostiene, sin llegar a blandir, una espada en actitud estática o poco beligerante; y en la izquierda un escudo circular con adornos y las clásicas siglas Q.S.D. (Quis Sicut Deus = Quien como Dios)”. También tienen mención especial en este libro, los penetrantes ojos de cristal pintados “al reverso e instalados presumiblemente desde el interior de la figura”. Igual que en el caso del Arcángel de Santo Domingo, comprobamos cómo en éste de la ermita, el borde de la capa se aprovecha como punto de apoyo, “y la imagen (brazos y piernas) ofrece una ligera inclinación hacia la derecha a fin de compensar el conjunto”.

La imagen se halla en la única hornacina central del retablo barroco del altar mayor de la ermita, cuyo dorado original ha sido lamentablemente recubierto con purpurinas de escasa calidad. Está flanqueada por los bellos lienzos de Nuestra Señora de Aránzazu, de Juan Manuel de Silva (hacia 1730-1740) y San José y el Niño Jesús. Lorenzo Tena y Rodríguez Leal, en su estudio sobre la ermita, nos describen el retablo: “sobre el banco, dos columnas de capitel corintio, fuste acanalado y retallado de motivos florales en su tercio inferior, enmarcan una hornacina con arco de medio punto donde se aloja la talla de San Miguel Arcángel, cubierta con puerta de cristalera. Superpuestos a este conjunto, el arquitrabe, un friso con decoración en relieve de guirnaldas y cornisa denticulada, dan paso a un frontón triangular, partido, en cuyo interior se encuentra una concha”.

Respecto a su pequeña ermita, enclavada en las medianías de Breña Alta, limitada hacia el sureste con el camino vecinal que divide los barrios de El Llanito y Miranda, fue fundada en 1705 por Carlos Doménech (o Doménego) y Montañez (1661-1711), Venerable Beneficiado de la Parroquia Matriz de El Salvador de la capital palmera. De construcción austera, presenta en su configuración actual muros de mampostería encalados “con entradas útiles, en el frente hacia el naciente y en la parte posterior, a través de la sacristía, hacia el poniente”. Otra entrada posee orientada hacia el norte, construida entre 1911 y 1920 por Miguel Leal de Paz. La sacristía no fue edificada junto con la ermita, pero ya existía en 1768, según consta en la visita de ese año.


BIBLIOGRAFÍA

CALERO RUIZ, Clementina: Escultura barroca en Canarias (1600-1750). Santa Cruz de Tenerife, 1987.

- (con QUESADA ACOSTA, Ana María): La Escultura hasta 1900. Santa Cruz de Tenerife, 1990.

LORENZO TENA, Antonio; RODRÍGUEZ LEAL, Nieves: La ermita y la hacienda de San Miguel en Breña Alta, Madrid, 1997.

MARTÍN SÁNCHEZ, Miguel A.: Miguel, el Arcángel de Dios en Canarias. Aspectos socio-culturales y artísticos, Santa Cruz de Tenerife, 1991.

PÉREZ MORERA, Jesús: Magna Palmensis. Retrato de una ciudad. Santa Cruz de Tenerife, 2000.

- «San Antonio de Padua de Miguel Gil Suárez», La Huella y La Senda [Exposición] Diócesis de Canarias, VI Centenario, 2003.

RODRÍGUEZ ESCUDERO, José G. «Iconografía de San Miguel en Santa Cruz de La Palma», en El Día/La Prensa, 2 de octubre de 2004.

SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, Julio: Dos noticias de interés para el Arte de Canarias del siglo XVIII. El escultor dominico Fray Marcos Gil. El cuadro de la Virgen del arquitecto Diego Nicolás Eduardo, Las Palmas, 2001.

- Idem. Los escultores Miguel y Marcos Gil, Las Palmas de Gran Canaria, 2002.

 

 

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