ROMA, GÉNOVA, CÁDIZ... UN MODELO PARA EL CRUCIFICADO GADITANO DE LA PIEDAD
Francisco Manuel Ramírez León y Miguel Ángel Castellano Pavón (21/04/2025)
Resulta ser el Cristo de la Piedad de Cádiz la única obra segura de Francesco Maria Maggio que nos ha llegado. Atribuidos a Maggio hay un numeroso grupo de crucificados que comparándolos con éste de la Piedad, sinceramente solo nos parece que guarden relación con el escultor por su vinculación a la misma escuela genovesa de raigambre mariaglanesca. |
Cristo de la Piedad de Cádiz. Francesco Maria Maggio, 1754. Y es curioso que aun siendo obra indudablemente de la antes nombrada escuela genovesa del siglo XVIII, bien que se aleja el Crucificado de la Piedad de los muy repetidos modelos maraglianescos. Pues hizo Maggio, ya sea libremente o por obligación de tomar un modelo impuesto, un Cristo muy vertical, simétrico al madero, de cabeza suavemente caída hacia el lado derecho, mostrando un rostro más sereno que doloroso. Una talla de la que opinamos que más se empeñó el escultor en reflejar con las gubias la naturaleza divina de Jesús, que su sufrimiento y martirio. Y creemos que alcanzó su objetivo con excelencia. Hemos observado que este Cristo de la Piedad tiene en Cádiz un precedente dentro de la escuela genovesa, pero la del siglo XVII. Nos referimos al marmóreo Crucificado de Ponzanelli hoy conservado en la Capilla del Cementerio de San José de Cádiz. Como es sabido el crucificado de Ponzanelli llegó a Cádiz aproximadamente sobre 1690, y formó parte de un Viacrucis que estaba colocado en el Campo del Sur, en las cercanías del antiguo convento de los Capuchinos. |
Crucificado de Ponzanelli. Capilla del Cementerio de San José de Cádiz. En esta obra de segunda mitad del siglo XVII observamos claras concomitancias con el crucificado de Francesco Maria Maggio. Comparten el diseño vertical, el semblante suave de apaciguado dolor y un dibujo de la anatomía sin excesos que no deja de parecernos relativamente cercanas. Así pues, sin querer tomar del precedente escultórico de forma literal, ni caer en el abuso de la copia sin disimulo, entendemos que Maggio supo hacer suyo un modelo existente y plasmarlo con acierto a su gusto y estilo. Y llegados a este punto -en donde hemos expuesto la idea de que Maggio, en una mirada retrospectiva, pudo haber tomado como modelo este crucificado de Giacomo Antonio Ponzanelli- queremos ahora proponer que realmente más bien somos de la opinión de que existe un modelo común conocido y compartido por ambos escultores. Un modelo que se haya presente en Génova, y de los de peso dentro de la estatuaria de aquellos siglos del barroco. Con la firma de un autor de los importantes, de los que crean escuela. Nos estamos refiriendo al llamado Crocifisso Franzone, obra del boloñés Alessandro Algardi. |
Crocifisso Franzone. Alessandro Algardi. El Crocifisso Franzone es un crucificado de bronce algo mayor del tamaño natural. Está resuelto en cuatro clavos, pero con la particularidad de estar los pies uno sobre el otro. Observamos en este crucificado muchas de las características notas dominantes que comparten Ponzanelli y Maggio en sus particulares obras. El diseño general de la obra, de preeminente verticalidad, la cabeza suavemente caída y el semblante sereno, la majestuosidad que delata la naturaleza divina, y el uso de líneas diagonales para resolver el plegado del perizoma. No nos cabe duda que esta obra de Algardi fue un modelo a seguir por los artistas genoveses. Por ejemplo, el pintor genovés Domenico Piola lo toma para su obra "Santo Tomás en veneración del Crucifijo", como bien recoge Daniele Sanguineti en sus escritos sobre el Crocifisso Franzone y el arte en la Liguria. |
Modelo para el Crocifisso Alamandini. Arcilla cruda policromada. Alessandro Algardi. Museos Vaticanos. El Crocifisso Franzone se expone al culto público desde 1680 en Génova, en concreto en la llamada Capella del Signori Franzoni de la Chiesa dei Santi Vittore e Carlo. Los Franzone fueron una poderosa y noble familia genovesa: Giacomo Franzone fue Cardenal de los de peso en la Corte Vaticana, y Agostino tuvo un papel activo en la política de la otrora república, y también dispuso de un cargo diplomático en Roma representando a Génova. El Cardenal Giacomo protegió y promocionó al artista boloñés. Como miembro de la Reverenda Fábrica Vaticana, impulsó la realización de la pala marmórea "L'incontro di Leone Magno con Attila", capolavoro del boloñés y obra capital del barroco. Agostino, gracias a su hermano, trató con el artista al que admiraba. Del artista boloñés llegó a poseer una buena colección de varias obras en distintos materiales, sobre todo bronces y terracotas. Sobre 1650, Algardi realizó para Agostino una segunda versión de su afamado Crocifisso Morto que para su compatriota Ercole Alamandini había realizado sobre la década de los 40 del siglo XVII. El llamado Crocifisso Alamandini fue muy admirado en su tiempo, por su naturalismo de precisa y veraz anatomía, por la belleza del acabado de la escultura, y por la valiente resolución de su fundido en bronce para una obra de tamaño algo superior al natural; pues se resolvió el conjunto en tan solo tres partes, una sola pieza de cabeza a pies y ambos brazos, algo que antes no se había hecho antes en Roma. El Crocifisso Alamandini anda hoy perdido. Lo último que se sabe de la obra es que en el siglo XIX perteneció a la colección artística del influyente Cardenal Fesch, tío carnal de Napoleón Bonaparte por vía materna. Se conserva en los Museos Vaticanos la hechura en arcilla cruda que Algardi usó como modelo para la realización de ambos bronces, el Alamandini y el Franzone. Algardi policromó este modelo de arcilla, y lo donó en 1653 a Vincenzo Monticelli, capellán de la hoy en día desaparecida Iglesia de Santa Marta in Vaticano, donde estuvo expuesto en una capilla que era propiedad de Cristoforo Segni, mayordomo del papa Innocenzo X. Observamos que Algardi retomó el modelo Almandini-Franzone para resolver algunos de sus crucificados. No nos parece lejano el Crucificado que aparece en el relieve en estuco de la Lanzada en San Giovanni in Laterano de Roma. También en el anteriormente nombrado "L'incontro di Leone Magno con Attila", donde puede verse curiosamente resuelto en tres clavos en el crucificado que aparece en la Cruz Alzada que lleva un servidor del papa. Y por último, en el Calvario de la Concatedral de San Juan en La Valeta (Malta). Dicho Calvario -Crucificado, Dolorosa y San Juan-, es un conjunto tallado en madera y acabado en estuco. Llegó a Malta el 1654, el mismo año del fallecimiento de Algardi. La obra es claramente algardiana, aunque nos parece resuelta por sus allievi; sobre todo se nota la mano de Domenico Guidi, pues este Crucificado de la Valetta presenta la misma solución de plegado del perizoma con la que Guidi va a resolver su modelo "Cristo Vivo o Expirante", su particular manera de tomar y hacer suyo el sumamente exitoso Cristo Expirante de su maestro Algardi. Es quizás este modelo de Cristo Vivo de Algardi una de las obras más reproducidas y tomada como modelo en todas las escuelas escultóricas, e incluso pictóricas, del periodo barroco y de las posteriores. En Cádiz podemos ver hasta tres copias del "Cristo Vivo" de Algardi realizadas en plomo: en el presbiterio del Carmen, en la Sacristía de Santa Cruz y en la Casa Hermandad del Ecce-Homo. |
Crucificado de Napoleón III, Notre Dame de Paris. Copia decimonónica del Crocifisso Almandini. Como se exponía antes del incendio. No queremos pasar por alto que un crucificado modelo "Cristo Vivo" de Guidi en plata de casi un metro de alto, una obra imponente, lo podemos contemplar en el Museo de la Catedral de Jerez de la Frontera. Bien pudiera ser este Crucificado argénteo obra del mismo Guidi, pues en su taller tenía inventariados varios crucificados y alguno de estos resuelto en plata. Así mismo, no podemos olvidar la presencia de crucificados "Cristo Vivo" de Guidi en la propia Génova, y ni por supuesto, que tomó el modelo Almandini-Franzone de su maestro, quizás porque se le impuso para resolver el encargo de la realización del Crucificado del Panteón Real de San Lorenzo de El Escorial, obra de 1659 que sustituyó al crucificado de Bernini. |
Crucificado. Copia en pequeño formato del modelo Alamandini de Alessandro Algardi, siglo XIX, Cofradía de la Vera Cruz de Sevilla. ¿Ferdinand Barbendienne? En el siglo XIX, cuando el Crocifisso Alamandini formaba parte de la colección del Cardenal Fesch, el broncista francés Ferdinand Barbendienne lideró la realización de múltiples reproducciones del modelo algardiano en distinto tamaño, que llegaba a firmar en el vuelo del perizoma como señal de autenticidad del producto frente a otras copias de menor calidad que inundaban el mercado. Así pues en Francia, en muchas iglesias e importantes catedrales, podemos contemplar diversas copias decimonónicas del crucificado en diversos materiales y tamaños. En Notre Dame de París, el llamado Crucificado de Napoleón III es una reproducción del modelo algardiano en tamaño natural, con la variante de contar con supedáneo. Así mismo podemos ver una copia policromada en Saint Eustache de Paris, y otras copias en bronces en otras muchas iglesias. En el resto del territorio francés no es difícil encontrar copias en bronce u otros materiales como la cartapesta: en la Catedral de Lyon también lo encontramos sin variaciones, y en Notre Dame de la Guarde de Marsella, lo podemos ver en tamaño académico y con simplificaciones en el plegado del perizoma. También hemos observado copias del Crucificado fuera de las fronteras de la nación vecina. Y tal vez la mejor copia decimonónica que hayamos visto se encuentra en Reino Unido, en concreto en la Catedral Católica de Saint George de Southwark, distrito de Londres. En España solo hemos localizado una copia y de las de pequeño tamaño; en concreto se halla entre los bienes patrimoniales de la sevillana cofradía de la Vera Cruz, sin que hayamos podido determinar si se trata de una reproducción de Barbendienne. Retomando el asunto que tratamos, en 1680, casi concluida su capilla en la genovesa iglesia de Santi Vittore e Carlo, el Crocifisso "staturae supranaturalis, insigne opus equitis Alexandri Algardi Bononiensis", pasó de la privacidad de la capilla particular de la mansión de Agostino Franzone, al culto y contemplación pública. Se adornó además la capilla con una serie de bustos en bronce de la Virgen María, santos y personajes de la Pasión seguramente realizados por Guidi bajo modelos de Algardi, que ya había fallecido. Entre los artistas genoveses, cualquier novedad proveniente de Roma despertaba inusitado interés, y más siendo aquel Crucificado y los bustos obras de un tan renombrado escultor triunfante en Roma. Aquellos artistas asentados en Génova, como por ejemplo Filippo Parodi, suegro además de Ponzanelli, aun estando ya formados en los rudimentos de su oficio, migraban a la Ciudad Eterna para ponerse a las órdenes de los grandes maestros del periodo: Bernini y Algardi. Con ello perfeccionaban sus técnicas, y bebían directamente de las nuevas obras barrocas al formar parte del taller del maestro que las realizaba. O bien estaban atentos a cualesquiera de aquellas novedades romanas que a la Liguria llegaban, ya sea por estar presente en las colecciones de los nobles genoveses, como la antes nombrada de Agostino Franzone. O aquellas que les traían escultores y pintores que procedentes de Roma llegaban a Génova con las novedades del nuevo lenguaje barroco, como fue el caso del escultor marsellés Pierre Puget. El caso es que todas esas obras, y sus novedosas maneras barrocas, se convirtieron en modelos a seguir entre los artistas de la siempre impulsiva Génova. Muchos ejemplos podríamos nombrar de obras de genovesas que toman en particular de los modelos de Algardi. Pero centrándonos tan solo en las obras genovesas que tenemos en Cádiz y alrededores, la huella algardiana es también notoria, como por ejemplo observamos en dos obras del Convento del Carmen: la Virgen del Carmen de Porte Coeli y una pequeña Virgen del Carmen con el Niño debida a Giscardi. La primera bebe de "Aparición de la Virgen y el Niño a San Nicolás de Tolentino", la última obra que pudo realizar Algardi antes de su muerte en 1650. Por su parte, Giscardi bebe directamente de "Madonna con Gesú bambino", otra obra afortunadísima del boloñés. La discutida por procedencia Virgen del Rosario de la cripta de la Catedral -tal vez genovesa, quizás de Filippo Parodi u otro artífice ligur, o tal vez romana y de la mano del propio Algardi-, aúna en su resolución los modelos antes nombrados: la obra de forma general se asienta en el modelo "Madonna con Gesú bambino", pero la postura y actitud del Niño recuerda más la antes mencionada “Aparición a San Nicolás”. En una colección particular encontramos una copia literal resuelta por un escultor mariaglanesco del Bautismo de Cristo del boloñés. Agostino Franzone poseyó un bronce de Algardi de este mismo tema, adornada la peana con el escudo nobiliario de los Franzone. Y no son pocos los crucificados que siguen de forma literal, o tan solo en el detalle particular del perizoma, del antes nombrado y afortunadísimo "Cristo Vivo" de Algardi. Obsérvese el perizoma del Crucificado de la Capilla del Beato Diego y también el paño de un Cristo de pequeño formato propiedad de la Santa Caridad. Ambos son ejemplos de copia parcial. El tal vez genovés Cristo de la Misericordia de Chipiona, aun siendo un cristo muerto, y un Cristo Expirante de la Compañía de María en San Fernando, son ejemplos de copia casi literal. El Crucificado del Calvario que Stefano Frugoni talla en el Calvario del ático del retablo marmóreo de la patrona de Cádiz, Nuestra Señora del Rosario, es una obra que toma de modelo el "Cristo Vivo" de Algardi. Son notas indudablemente algardianas la anatomía del tórax notablemente expandido, la resolución a cuatro clavos con pies montados y el plegado ondulado del centro del perizoma. Los sayones que el hijo de Maggio, Jácome Mayo, talló para la cofradía gaditana de Jesús a la Columna, recuerdan a los diversos modelos de sayones que podemos ver en los distintos bronces algardianos de esta misma temática pasionista. Nos preguntamos aquí si traspasó Maggio a su hijo Jácome ese gusto por la elegancia y el clasicismo a través de la observación de los modelos algardianos. Y ya para finalizar, lo que en este texto hemos expuesto: que podemos ver el influjo de Alessandro Algardi, y en particular de su obra Crocifisso Franzone para Génova, en las obras de los muy notables escultores Giacomo Antonio Ponzanelli y Francesco María Maggio. |
BIBLIOGRAFÍA The founders and editors of the barye bronzes. J.G. Reinis. Edición digital. News documents for Algardi's Alamandini 'Crucifix', "a beautiful and famous thing". Carla Mazzarelli. Edición digital. Alessandro Algardi's Franzone Crucifix, in the Eternal Baroque. Studies in Honour of Jennifer Montagu. Daniele Sanguineti. Edición digital. La Cappella del Signori Franzoni magnificamente architettata. Alessandro Algardi, Domenico Guidi e uno spazio del Seicento genovese. Varios autores. SAGEP Editori. 2015. Algardi. L'altra faccia del barocco. Varios autores. Edizioni de Luca. 1999. Uno studio e i suoi scultori. Gli inventari di Domenico Guidi e Vincenzo Felici. Cristiano Giometti. Edición digital. 2005. Pietas Populi. Pervivencias. Lorenzo Alonso de la Sierra. Junta de Andalucía. 2012. Escultura Genovesa. Artífices del Setecientos en Cádiz. José Miguel Sánchez Peña. 2006. Guía artística de Cádiz y su provincia. Lorenzo y Juan Antonio Alonso de la Sierra. Diputación de Cádiz y Fundación José Manuel Lara. 2005. El Viacrucis Ponzanelli. Fray Vicente Díaz. Diputación de Cádiz. 2001. |
www.lahornacina.com