VIII ANIVERSARIO DEL MUSEO DEL SANTO ÁNGEL DE SEVILLA

Pichi Gardel. Con información de Juan Dobado y Carles Salafranca (08/03/2024)


 

 

Van pasando los años y se va consolidando aquel proyecto de un Museo Conventual en la parte antigua del convento del Santo Ángel de Sevilla. D. Juan José Asenjo bendecía aquellas salas un día como hoy, 8 de marzo de 2016, en medio de una gran expectación de público que acudía ansioso a contemplar estas salas de arte sacro. Aquel proyecto ha ido creciendo y se ha duplicado, incluso más, en la actualidad. Las donaciones de particulares y las procedentes de otras casas de la Orden han ido configurando un recorrido por la pintura, escultura y artes decorativas dedicadas a la espiritualidad del Carmelo y a la Iglesia. En torno a 5.000 piezas de arte que incluyen los volúmenes de la biblioteca, las colecciones de pintura y escultura, artes decorativas, textiles, mobiliario, grabados, platería o belenística. Obras de arte de Rubens, Ocampo, Roldán, Morales, Lucas Jordán, Matia Preti, Cristóbal Ramos, Salzillo o Vergara forman una colección singular dentro de la ciudad de Sevilla.

Así ha calificado la prensa y los medios de comunicación de Sevilla al Museo del Santo Ángel de Sevilla: el mejor exponente del arte sacro en una ciudad que atesora numerosos templos y conventos de gran valor artístico. El pasado 13 de febrero de 2023, D. José Ángel Saiz, arzobispo de Sevilla, y D. Antonio Muñoz, alcalde de la ciudad, junto al provincial Fray Antonio Ángel Sánchez Cabezas y numerosas autoridades del mundo de la cultura y del arte, acompañaron a la comunidad de frailes en este momento tan importante en la historia del convento fundado por San Juan de la Cruz en 1587.

Durante ocho años han pasado varias decenas de miles de personas y se han realizado numerosas exposiciones (dos cada año), enriqueciendo y restaurando su patrimonio gracias a la ayuda de profesionales. Un total de 16 exposiciones, muchas de ellas con gran número de visitas, como la de la escultura de las Dolorosas o la dedicada a San José, que fueron visitadas por miles de personas. Un museo que se ha adaptado a las nuevas tecnologías, que tiene sus redes sociales actualizadas, con sus logotipos y diseños MUSAN, y que se ha hecho imprescindible para los amantes del arte en todas sus expresiones, con su horario de visitas oficial y apertura, así como la visita guiada en todo momento. Desde este museo ha partido la iniciativa de hacer una ruta de conventos e iglesias con museos que el Ayuntamiento de Sevilla está perfilando para ofrecer a los visitantes un auténtico recorrido del mejor arte sagrado del barroco.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 
 

Esta tabla de la Piedad es una nueva donación al Museo del Santo Ángel. Muestra a Cristo muerto en el regazo de María, mientras los santos Agustín y Nicolás de Tolentino besan sus manos y pies. Una obra de gran calidad y delicadeza que pone de manifiesto un buen autor flamenco o de los que trabajan en Sevilla en el siglo XVI, bien de procedencia flamenca o de los que reciben un fuerte influjo de su técnica y estilo. Ha sido restaurada por Carles Salafranca, quien ha actuado según el planteamiento de la mínima intervención: inyecciones de resina acrílica en dispersión acuosa donde existían pequeños puntos de posible desprendimiento de estucado o estrato polícromo, leve limpieza de la suciedad adherida y el barniz envejecido, aplicación de un estrato intermedio de protección mediante un barniz satinado aplicado a brocha, y estucado de lagunas con una masilla de resina emulsionada en agua, carbonatos y sulfatos de cal, disuelta y fina, aplicada a pincel para posteriormente enrasar y nivelar. Para terminar, se reintegraron cromáticamente las lagunas con una primera aproximación con acuarela y una terminación con colores al barniz, mediante el puntillismo, para entonar con el color perimetral. Se aplicó finalmente un barniz satinado en spray para proteger la obra y las reintegraciones. Asimismo, se retiraron los clavos y puntillas que sujetaban la tabla al marco y se sustituyeron por escuadras de acero inoxidable con almohadillas de poliestireno extruido, que protegen, aíslan y permiten mayor movimiento de la tabla de madera, evitando que se encuentre tan tensionada en el marco.

 
 
 
 

Otra reciente donación es una pintura de la Virgen de Guadalupe firmada por Miguel Correa. Sus medidas son unas 28,5 x 21,5 cm. Miguel Correa fue un gran pintor y veedor en la Nueva España de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Hijo del destacado pintor Juan Correa, nació en Ciudad de México en 1646. Conserva magníficas pinturas en la Profesa de los Jesuitas de México, así como otro cobre similar de la Guadalupana que se hallaba en las trinitarias de Sevilla. Este asunto lo repitió en varias ocasiones, caso de piezas recientemente subastadas. De nuevo Carles Salafranca ha sido el restaurador de esta pieza, realizando una limpieza físico-química superficial, reintegrando volumétricamente dos esquinas y una pequeña perforación en la parte superior central, y realizando un recrecimiento a base de resina epoxídica por colada para ampliar la superficie del cobre, que había sido cortada. El marco, que no pertenece a la pintura, ha sido limpiado y encerado.

 

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